Así como el amor es el ingrediente secreto de muchas mamás para cocinar, para Yenni Ramírez lo ha sido para crear empresa. Es bogotana, comunicadora social de la Universidad Pontificia Javeriana y fundadora del centro de depilación láser Siesua. Pero antes de llegar a este punto hay que contar una historia. Su hoja de vida va desde las prácticas en la multinacional Siemens, hasta ser integrante del primer equipo que conformó Celumovil (actualmente Colombia Telecomunicaciones S.A.). En estas dos empresas despertó su pasión por el servicio al cliente y dedicó gran parte de su vida profesional a gerenciar esta área. Luego encontró al amor de su vida. Se casó y se fue a vivir a Alemania. Allí tuvo que adaptarse a una nueva vida y cultura, a despojarse del mundo empresarial y aprender a enseñar. Sí. Por cosas de la vida, mientras aprendía alemán, se topó con los compañeros de trabajo de su esposo, que querían aprender español y tomaron la determinación de convertirla en su profesora. “Yo no tenía idea de cómo enseñar español, en esas me conseguí un libro sobre pautas para enseñar un idioma y lo logré. Empecé a soltar mi alemán y, sobre todo, a sentirme útil”, dijo. Lea también: Los errores más comunes de un emprendedor También conformó su familia y luego de tres años regresó al país, con la esperanza de tener un mejor entorno y volver a aportar a su crecimiento. En su aterrizaje se vio un poco perdida pues no había posibilidades de emplearse. A raíz de esto, buscó alternativas que le permitieran ser productiva y encontró una oportunidad que el día de hoy hace parte de su vida. Cuenta que en ese momento identificó que en Bogotá no había un espacio para la relajación y para que los ciudadanos se dieran un respiro en medio del caos típico de la ciudad. Entonces decidió lanzarse a crear un spa. “En Alemania adquirí muchos conocimientos relacionados con el bienestar y, en vista de que en Colombia por ese entonces no había nada, decidí montar Siesua en una casa cercana a Unicentro”, contó Ramírez. Así nació hace 14 años Siesua, un centro especializado en bienestar y depilación láser en Bogotá que tiene como propuesta de valor atender con una experiencia diferenciada y los más altos estándares de calidad y experiencia. Ramírez afirmó que en un inicio ella era la recepcionista, la señora del aseo y hasta la que servía tintos en su propio negocio. Contrató expertos en medicina estética que, señala ella, hacían parte de la primera promoción de la carrera que por ese entonces dictaba la Universidad del Rosario. Así comenzó el camino de construir una exitosa cadena de estos servicios en el país. Actualmente tiene 13 locales en los principales centros comerciales de Bogotá, Chía, Medellín y Cali. Factura unos 800 millones de pesos mensuales y genera unos 80 empleos, de los cuales la mitad son de mujeres madres cabeza de hogar. En la distancia enfrentó al enemigo Como muchos otros negocios, el de Ramírez no ha estado exento de los efectos del coronavirus. Pero, como muy pocos y más de esta industria, ha logrado sobrevivir. Puede leer: Las startups del millón de dólares lideradas por mujeres Ramírez afirma que en marzo Siesua iba bastante bien. De hecho estaban superando las metas establecidas para ese mes y se preparaban para recibir la mejor temporada de clientes. Pero el virus de la covid-19 llegó y a ella la tomó por sorpresa en España. “La angustia fue tenaz. Yo estaba en España y no le habíamos prestado mucha atención a lo que estaba sucediendo. Hasta cuando a un par de días de concluir nuestro viaje, la persona de seguridad del hotel nos dijo que nos veía muy tranquilos, que si no íbamos a viajar porque iban a cerrar el aeropuerto de Madrid”, dijo. Efectivamente, Ramírez no pudo conseguir vuelos para regresar a Miami, donde reside en la actualidad. Tuvo que permanecer en el país europeo y desde allí dirigir su empresa. Para ella, en medio de la situación, ese fue un punto a favor. Con base en lo que sucedía en España tomaba sus decisiones y las aplicaba en la empresa. Es así como antes de que en Colombia se declarara el confinamiento y se cerrara gran parte de la economía, Ramírez les ordenó a sus empleados tomar la cuarentena, proveerse de elementos de bioseguridad como guantes, tapabocas, antibacteriales y demás, y hasta montar un call center para tener canales de comunicación para sus clientes. “El 12 de marzo le dije a mi directora ejecutiva que tenía que planear la empresa porque nos iban a cerrar. Ella no creía, pero le insistí porque estaba en el país modelo y se tomaron las mejores decisiones”, afirmó. También, estando en España, Ramírez hacía seguimiento diario sobre la situación de la compañía, se contactó con su abogada para crear un nuevo contrato que le permitiera sostener su nómina pagando lo de ley y reduciendo sueldos. Todo en común acuerdo con sus colaboradores. De igual manera, se adelantó a la reapertura y adoptó las medidas que se estaban tomando en el país europeo a su negocio. Esta capacidad de reaccionar y de mantener la calma en medio de la tormenta han llevado a Siesua a ser un caso de éxito en la pandemia. Según cuenta Ramírez, ha logrado mantener al 100% de su nómina pagando sueldos completos, sus establecimientos se mantienen en pie, atiende a más de 125.000 clientes y a julio los ingresos de la compañía ya eran del 35% lo que registraban antes de la pandemia. Le recomendamos: Las cuatro hélices que propone Marcus Dantus para potenciar los emprendimientos También lograron operar desde sus establecimientos gracias a las medidas de bioseguridad que han sido reconocidas por las autoridades locales como una de las mejores. Esto les ha permitido tener cero contagios. A esto se une la comunicación con sus clientes, pues además de brindarles canales directos para agendar citas o tener asesorías para tratar algunos de sus padecimientos dermatológicos, Siesua daba mensajes de ánimo y agradecimiento a cada uno de ellos, pues como para muchas empresas, el cliente siempre es lo primero. Pese a que la pandemia dejó grandes deudas para la empresa, Ramírez no duda en afirmar que abrió un sinnúmero de oportunidades que quizá sin este hecho no se habrían dado. Por ejemplo, se preparan para llevar sus servicios de depilación láser a los hogares de sus clientes con un nuevo servicio: Siesua Home; seguir adaptando sus establecimientos para brindar una experiencia aún más segura a sus clientes, incluyendo cabinas personales en cada uno de sus consultorios; abrir nuevas sedes en Medellín y otras fuera de centros comerciales, y convertirse en una alternativa para que los médicos se empoderen y tengan alternativas de ingreso. “Cuando haces las cosas con amor, los resultados son mejores de lo esperado. Hoy siento que Siesua es una empresa sana, que se mantendrá en pie pese a las adversidades. Pero, para mí, lo que nos está pasando es el resultado de cuidar a nuestros colabores porque, lo que hagas con ellos en estos momentos, determinará lo que recibirás al final de la pandemia”, concluyó. Le puede interesar: Una colombiana que brilla en Chile trae su ‘app‘ de servicios de belleza al país