En una bolsa de papel, regresando de un largo viaje, el sonriente Caine Monroy escribió cinco lecciones importantes para un empresario: • Ser amable con los clientes. • Hacer el negocio divertido. • No rendirse. • Empezar con lo que tienes. • Usar elementos reciclados. Caine reunió estos cinco puntos cuando ya era famoso y daba conferencias de emprendimiento en diferentes países, aunque solo tiene nueve años. Su fama la alcanzó meses después de idear una sala de juegos con cajas de cartón, cinta y mucha imaginación en el taller de autos de su papá, en Los Ángeles (Estados Unidos). Un realizador de videos fue el primer cliente que Caine atendió. El hombre quedó maravillado con la idea del niño y grabó un documental sobre su invento. Además, planeó un flashmob para que decenas de niños llegaran hasta el taller a usar las máquinas de cartón de Caine. Gracias al video nació Imagination Foundation, una iniciativa que busca fomentar la creatividad y el espíritu empresarial en los niños a través de cajas de cartón convertidas en poderosas maquinitas de juegos que ellos mismos crean. La historia demuestra que no es suficiente impartir cátedras de idioma, cultura y geografía; los pequeños necesitan ser innovadores e inventores.