"Creemos que los estados de la región tienen la responsabilidad de convencer a Irán, y aún a forzarlo, de la necesidad de alcanzar la paz", dijo el Presidente de Irak, Saddam Hussein el 17 de julio, al conmemorar el 15 aniversario de la revolución encabezada por el partido Bass. Sin embargo, el dirigente iraquí se mostró escéptico sobre las iniciativas de paz desarrolladas hasta ahora por los países árabes. La guerra, iniciada por Hussein en septiembre de 1980, cuando sus tropas cruzaron la frontera iraní, no ha cesado, pues Irán exige como condición para ello el retiro de las tropas de Irak hasta las fronteras de la pre-guerra, el castigo al agresor, y el pago de miles de millones de dólares por reparaciones de guerra. La lucha ha bloqueado las exportaciones petroleras iraquíes, mientras que Siria, el principal enemigo de Bagdad y aliado de Teherán, clausuró un importante oleoducto iraquí que atravesaba su territorio hasta el mar Mediterráneo.