Tras diagnosticarse el primer caso de covid-19 en el país, la iglesia católica tomó una serie de precauciones para evitar que el virus se siga propagando entre la comunidad de creyentes.“Se deben mantener las mismas condiciones actuales en las que todos los ciudadanos y feligreses deben tener lavado frecuente de manos y etiqueta de la tos (toser y estornudar sobre la parte interna del codo; usar pañuelos desechables y evitar salir de casa si hay síntomas de enfermedad respiratoria)” dice en el listado de recomendaciones publicado en la página de la arquidiócesis de Bogotá.Así mismo recomienda la higiene de manos sin prisa, evitar el saludo de mano o de beso en la mejilla, mantener gel antibacterial disponible en las parroquias, “sobre todo en las sacristías pues tanto sacerdotes, como ministros de la eucaristía deben lavarse las manos antes y después de cada ceremonia”.Otras de las recomendaciones es que, por ejemplo, el saludo de paz se haga sin contacto físico y, en cambio, hacer una venia con venia.

A la de la comunión, lo ideal es entregar la hostia en la mano y pedir a los fieles que usen gel para el contacto con las manos del sacerdote o diácono (verificar que el fiel ingiere la hostia). Y durante la confesión, "el sacerdote debe usar tapabocas normal”, agrega la serie de recomendaciones.A los sacerdotes con sintomas de gripa, la Arquidiocesis les recomienda  abstenerse de oficiar misa. Y para los curas que hacen visitas a enfermos la recomendación fue más específica, pues sugiere usar puntualmente un tapabocas N95, así mismo se les sugirió no recibir comidas en los hogares que visiten y lavarse las manos con agua y jabón al entrar y salir de la vivienda.Finalmente, recomienda que los adultos mayores de 70 años vayan a la misa con protección de tapabocas, “y aquellos feligreses que tengan enfermedades asociadas (cardiacas, pulmonares, diabetes y problemas en las defensas) no deben asistir a la eucaristía mientras exista pico de la epidemia".