“Los canguros que están cerca de las fuentes de comida y agua están poniendo una gran presión en las granjas y debemos revertir esto lo más pronto posible”, dijo esta semana el ministro de Industrias Primarias de Nueva Gales del Sur, Nial Blair.La medida supone facilitar, de manera temporal a este colectivo, el acceso a las licencias para cazar canguros, que en situaciones normales están muy restringidas.La sequía, en pleno invierno austral y una de las peores en las últimas décadas, afecta al este y sureste del país en todo el territorio de Nueva Gales del Sur, que es 1,5 veces más grande que España, y a cerca del 60 por ciento de su vecino Queensland, que mide casi tanto como México.Puede leer: El animal cuya dieta le causa su propia muerte“La actual sequía es severa, pero su duración (por ahora) es menor que la Sequía del Milenio (que afectó al sur australiano entre 1997 y 2009)”, dijo a EFE Benjamin Henley, experto en Clima y Recursos Hídricos de la Universidad de Melbourne, en el sureste australiano.Desde hace semanas circulan imágenes desgarradoras de granjeros desesperados, vistas aéreas de grandes terrenos agrietados por la falta de agua, de ganado famélico y desesperado por alimento y de crías de ovejas moribundas al lado del cadáver de sus madre, entre otras tantas.
Una cría de cordero permanece junto al cuerpo sin vida de su madre en una granja en Braidwood, Nueva Gales del Sur (Australia). EFE/ Lukas Coch“Australia debería estar avergonzada. Nos preocupamos por un 2 por ciento de las ovejas que se muere en los barcos exportadores porque las vemos en vídeo y ¿qué pasa con el 90% que muere en las praderas?”, dijo el ganadero australiano Andrew Curro en un mensaje viral en las redes sociales.El Gobierno federal y el de Nueva Gales del Sur ya han destinado más de 1.500 millones de AUS (958 millones de euros) en total para ayudar a mitigar el estrago causado por la sequía de este año, en el que en algunas partes del país han padecido el verano más caluroso.Le suregrimos: Muere a los 43 años la araña más vieja del mundoEn días recientes, un joven camionero fue hospitalizado por agotamiento tras conducir 57.000 kilómetros en cuatro semanas para transportar forraje hacia Nueva Gales del Sur, según la cadena australiana ABC.Graeme Burgess, un ganadero del noroeste del citado estado comentó a ese medio que él ha tenido que reducir su pequeño ganado ovino de 250 cabezas a 78 por la sequía, mientras que otros se quejan de no tener suficientes balas para sacrificar a sus animales.Según datos de la Oficina Australiana de Estadística, en el pasado junio se sacrificaron 655.621 vacas (7,8 % más que el mismo mes del año anterior), así como 2,1 millones de corderos y 869.660 ovejas, lo que representa un aumento del 12,2 y 39,3% respecto del mismo periodo de 2017, a consecuencia de la sequía.El precio del forraje aumentó en más del doble hasta los 400 AUD (255 €) por tonelada, mientras se buscan alimentos alternativos y se baraja la posibilidad de importar heno a causa de esta sequía de grave severidad.Cambio climático“El análisis (de los datos) deberá determinar si el cambio climático tiene o no un papel importante la sequía actual. La variabilidad natural del clima es probable que juegue un papel importante”, precisó Henley.Le recomendanos: Los caracoles gigantes que salvarían la Gran Barrera de Coral australianaEn el artículo “Las recientes sequías australianas podrían ser las peores en 800 años” publicado en la revista The Conversation, Henley y sus colegas de la Universidad de Melbourne advirtieron de que en algunas partes del sur del país “las sequías probablemente aumentarían en su severidad debido a la influencia del cambio climático” .Según los patrones estudiados en los últimos siglos, “la tendencia hacia la sequedad en el sur de Australia es inusual, pero no sin precedentes, en un contexto a largo plazo”, precisó.