Durante 11 días, varias zonas de la Ciénaga Grande de Santa Marta estuvieron gobernadas por el fuego, una tragedia ecosistémica que dejó como saldo una afectación de 95 hectáreas de cobertura vegetal de enea y siete de manglar negro.  El incendio forestal fue registrado en la Vía Parque Isla de Salamanca, área protegida de la ciénaga. La humareda causada llegó a afectar la calidad del aire de ciudades como Barranquilla y arrasó con varias especies de tortugas, cangrejos y serpientes. Según la Corporación Autónoma Regional del Magdalena (Corpamag), cazadores ilegales de especies silvestres estarían detrás de la hecatombe ambiental que vivió la Ciénaga Grande durante casi dos semanas.

Todo indica que la tragedia ambiental de la Ciénaga de Santa Marta fue propiciada por los cazadores de animales. Foto: Bomberos de Ciénaga.  “Hemos encontrado vestigios que los incendios forestales en zonas aledañas al Complejo Deltaico Estuarino Ciénaga Grande de Santa Marta, son originados por personas que se dedican a la cacería de animales silvestres como ponche o chigüiro, tortugas hicoteas e iguanas”, reveló la entidad. Le puede interesar: Más de 100 hectáreas fueron consumidas por las llamas en Parque Salamanca Los animales silvestres que son extraídos de su hábitat natural ingresan a la cadena del tráfico ilegal de fauna. “Las especies son capturadas para comercializar su carne en los mercados vecinos, especialmente en las plazas de mercado de la ciudad de Barranquilla. Estos incendios forestales afectan el bosque de manglar de la Ciénaga Grande y su biodiversidad”, anotó Corpamag. La Ciénaga Grande de Santa Marta es un ecosistema que constantemente se ve amenazado por los incendios desatados por la mano del hombre, por lo cual la corporación le hace un llamado a la comunidad del sector para que denuncie oportunamente este tipo de hechos que deterioran zonas de gran importancia ecológica.

Las especies nativas de la ciénaga son traficandas en sitios como las plazas de mercado. Foto: Bomberos de Ciénaga. “Si las personas denuncian de manera directa a los causantes de estos delitos, podemos dar inicio a los procesos sancionatorios correspondientes, que según la Ley 1333 de 2009 incluyen medidas preventivas y multas económicas”, anotó la entidad. Le puede interesar: Consumo de iguanas y tortugas puede desatar virus peligrosos Corpamag indicó que es fundamental poder identificar a los compradores de estos animales silvestres en sitios como las plazas de mercado, “para así atacar directamente toda la ruta del tráfico ilegal. Otro llamado es para las autoridades del departamento del Atlántico, para que de manera conjunta logremos detener estas prácticas que ponen en riesgo al complejo lagunar”. La entidad informó que causar incendios forestales es un delito ambiental grave, un atentado que afecta considerablemente las áreas boscosas y conlleva a la pérdida o desplazamiento de la fauna, destrucción de hábitat y la exposición de algunas especies que se convierten en presa fácil del tráfico ilegal y la comercialización.

Iguanas y tortugas son consumidas por los habitantes de la costa Caribe. Fotos: MinAmbiente y Asocars. Labor titánica Los bomberos de Sitio Nuevo son los encargados de apagar las llamas cada vez que se presenta un incendio en la Ciénaga Grande de Santa Marta. “Su labor es titánica, más aún cuando las condiciones del terreno son difíciles y la capacidad humana y técnica a veces no son suficientes para detener el fuego", afirmó Corpamag. Le puede interesar: Redes sociales incrementan el tráfico ilegal de fauna silvestre Frente a la incidencia de incendios forestales en la zona, la autoridad determina a través de estudios las áreas que son susceptibles a estos fenómenos, insumos que son remitidos a las entidades territoriales para que establezcan proyectos que atiendan la problemática. “También realizamos talleres de manera continua en las zonas donde más se presentan estas emergencias ambientales. Trabajamos de la mano con el Ministerio de Ambiente en la formulación de un proyecto regional para hacer frente a los incendios, que obstruyen el proceso de recuperación del ecosistema y la fauna presente en el complejo lagunar”.