Un nuevo deshonroso primer lugar ocupa Colombia a nivel mundial. Esta vez por cuenta del asesinato de defensores de la tierra y el medioambiente. Los resultados del último informe anual de la oenegé británica Global Witness revelaron que de 212 ecologistas asesinados en 2019, 64 víctimas se reportaron en el país. Entre tanto, en Filipinas asesinaron un total de 43, lo que indica que la mitad de los homicidios ocurrió en estos dos países. Los más afectados fueron líderes indígenas, guardabosques y activistas. Top 10 de los países con mayor número de asesinatos en 2019 País Número de víctimas Colombia 64 Filipinas 43 Brasil 24 México 18 Honduras 14 Guatemala 12 Venezuela 8 India 6 Nicaragua 5 Indonesia 3 Fuente: Global Witness Colombia venía de ocupar la segunda casilla en este escalafón en 2018, con 24 muertos. En 2016 había registrado 37 homicidios y en 2017, 24 víctimas. Así las cosas, en últimos cuatro años, 149 defensores ambientales murieron luchando por defender la naturaleza y sus recursos. Le sugerimos: Defensores ambientales, entre la presión y el silencio La minería fue el sector más letal a nivel mundial, según el informe, con 50 personas defensores asesinadas en 2019. La agroindustria, entre tanto, continúa siendo una de las mayores amenazas para los ecologistas, particularmente en Asia, donde el 80 por ciento de los ataques producidos estuvieron relacionados con este sector.
La férrea oposición de los grupos éticos a los proyectos extrativos en sus territorios los ha convertido en blanco de los asesinos. Foto: archivo/Semana. “La agroindustria, el petróleo, el gas y la minería aparecen como los principales detonantes de los ataques contra personas defensoras de la tierra y el medioambiente. Al mismo tiempo, son las industrias que propician el cambio climático a través de la deforestación y el aumento de las emisiones de carbono”, indicó Rachel Cox, encargada de campañas de Global Witness. El reporte sostiene que muchos de los peores abusos contra el medioambiente y los derechos humanos en el mundo son consecuencia de la explotación de los recursos naturales y la corrupción en el sistema político y económico mundial. "Las personas defensoras de la tierra y el medioambiente son quienes se oponen a esto", indicó el estudio. Cuatro personas defensoras del medioambiente han sido asesinadas cada semana, en promedio, desde la adopción del acuerdo climático de París en diciembre de 2015. El informe destaca, además, el hecho de la tendencia de ataque a las comunidades indígenas que defienden sus derechos y territorios, a pesar de que las investigaciones demuestran que éstas, junto con las comunidades locales, manejan bosques que contienen el carbono equivalente a, al menos, 33 veces las emisiones anuales actuales. De igual manera, resalta que una de cada 10 personas defensoras asesinadas en 2019 eran mujeres. "Las defensoras enfrentan amenazas específicas, incluidas campañas de desprestigio centradas a menudo en su vida privada, con contenido sexista o sexual explícito. La violencia sexual también se usa como una táctica para silenciar a las defensoras, y normalmente no se denuncia", señala el informe.
Por defender la preservación de las áreas protegidas, los guardaparques también son objeto de amenazas y homicidios. Foto: PNN. La ONG también puntualiza cómo, bajo una mayor represión y vigilancia durante el confinamiento por la pandemia de la covid-19, la protección de los activistas resulta aún más crítica para la reconstrucción de un planeta más seguro y más verde. Adicionalmente, el informe detalla que en América Latina más de la mitad de los asesinatos están relacionados con comunidades afectadas por la minería, mientras que Filipinas es el país donde existe un vínculo más estrecho entre los homicidios y la minería, con un total de 16 personas asesinadas. Le recomendamos: Deforestación y asesinato de líderes, deudas ambientales del país en 2019 La explotación forestal, por su parte, fue el sector con el mayor aumento de asesinatos a nivel mundial desde 2018, registrando un incremento del 85 por ciento de ataques contra personas que se oponen a esta industria.Además, más de dos tercios de los asesinatos sucedieron en América Latina, que ha sido clasificado constantemente como el continente más afectado desde que Global Witness comenzó a publicar datos en 2012. "Si realmente queremos hacer planes para una recuperación ecológica que posicione la seguridad, la salud y el bienestar de las personas en el centro, debemos abordar las causas fundamentales de los ataques contra sus defensores y seguir su ejemplo para proteger el medioambiente y detener el cambio climático", finalizó Cox.