Con "bombos y platillos" el Gobierno nacional dio a conocer este miércoles que ya se habrían sembrado en el país 50 de los 180 millones de árboles a los que se comprometió a plantar al 2022 en Plan Nacional de Desarrollo. En anuncio fue hecho por el ministro de Ambiente, Carlos Correa, durante su visita al municipio Tierralta, Córdoba. "En este Gobierno hemos sembrado un árbol por cada colombiano. En todo el país hemos sembrado 1.2 veces la extensión de la ciudad de Cartagena de Indias y el equivalente a 82.000 canchas de fútbol”, señaló el funcionario.  Le sugerimos: Colombia aún no captura a alguno de los grandes deforestadores La cifra se habría alcanzado durante la jornada de siembra de 50 árboles que se adelantó en esa población, cerca al Parque Nacional Natural Paramillo, con especies como tambolero, roble, cedro, abarco, almendro y caracolí, representativas del Alto Sinú y que se caracterizan por su rápido crecimiento y adaptabilidad a los suelos de baja fertilidad, aportando nutrientes para su recuperación.  Coincidencialmente, el encargado de sembrar el árbol número 50 millones fue el presidente Iván Duque. 

"Este compromiso del sector público, privado y sociedad nos confirma que somos un territorio unido, por eso hoy tenemos departamentos que se consolidan en siembras de más de 16 millones de árboles como Antioquia; 7 millones en Valle del Cauca; 3 millones en Bolívar; 2.2 millones en Sucre y 670.000 en Córdoba”, manifestó Correa.  El jefe de esa cartera señaló que el propósito al finalizar el 2021 es llegar a 125 millones de árboles sembrados y seguir avanzando así hacia el cumplimiento de la meta establecida.  Le recomendamos: Gobierno se compromete a fortalecer la Red Nacional de Jardines Botánicos "Esto lo lograremos de la mano de los sectores público y privado, alcaldes, gobernadores, corporaciones autónomas, comunidades, Fuerzas Militares, empresas de servicios públicos y organizaciones. Pero, sobre todo, de la mano de cada colombiano”, expresó el ministro.  Según el Ministerio de Ambiente los árboles se están plantando en áreas protegidas, en zonas de compensación o que habían sido afectadas por la deforestación, cuencas, rondas hídricas, nacimientos de agua, zonas abastecedoras de acueductos, reservas forestales, áreas destinadas a la reconversión productiva y áreas de territorios colectivos y comunidades étnicas.

De acuerdo con el Contador de Árboles del Sistema de Información Ambiental de Colombia, las Empresas Públicas de Medellín (EPM) son las que más han sembrado árboles al llegar a la cifra de 10,9 millones, seguida por el Grupo Argos, con 4,9 millones; la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca (CVC), con 4,1 millones; la Corporación Autónoma Regional de las Cuencas de los Ríos Negro y Nare (Cornare), con 2 millones, y Corporación para el Desarrollo Sostenible de la Mojana y el San Jorge (Corpomojana), con 1,8 millones de árboles.  Antioquia, con 15,7 millones lidera el listado de los departamentos donde más se han plantado árboles en el país, según esta herramienta. Le siguen Valle del Cauca, con 7 millones; Bolívar, con 3,2; Sucre, con 2,3; Tolima, con 1,9, y Nariño, con 1,8 millones. En contraste, Magdalena y Arauca se ubican como las regiones donde menos se han semabrado plántulas en el marco de esta iniciativa gubernamental en los últimos tres años.  Los cuestionamientos No obstante, las buenas intenciones del Gobierno por querer hacerle frente con esta iniciativa los estragos causados por la deforestación, este programa aún genera muchos interrogantes por resolver como, por ejemplo, cómo se garantizará el crecimiento y desarrollo de los árboles; quiénes los cuidarán y quién asumirá el costo de su mantenimiento para que no mueran, y cómo se medirá si realmente ese proceso de siembra es efectivo para restaurar zonas degradadas. Para algunos expertos urge, además, consolidar una gobernanza forestal en los territorios que permita alcanzar este propósito. 

Clara Solano, directora de la Fundación Natura, aseguró que la restauración ecológica es un proceso que asiste o ayuda al restablecimiento de un ecosistema que se ha degradado, dañado o destruido, algo que no sólo incluye a los bosques. Lea también: Los cuellos de botella de los 180 millones de árboles que siembra el Gobierno “La restauración abarca muchos ecosistemas más, como sabanas naturales, humedales y sistemas litorales y oceánicos. Es un concepto amplio que debe ser incluyente, incorporar la dimensión social y ética, y definir la intervención de acuerdo con la degradación o profundidad del daño. Es tan importante este tema que el mundo se planteó la meta de restaurar 350 millones de hectáreas de tierras degradadas a 2030”, dijo durante el segundo encuentro del Foro Nacional Ambiental, llamado Bosques para la Vida.

De acuerdo con el  Contador de Árboles el departamento donde más se han sembrado árboles es Antioquia. Foto: Corpoboyacá.  En cuanto a los 180 millones de árboles anunciados por el presidente Duque, Solano considera que el país no está preparado para asumir las metas que están en el Plan de Desarrollo. “El primer cuello de botella es la selección de los sitios donde se van a realizar estas siembras, terrenos que deben contar con una gobernanza de la restauración, es decir, con la participación de las comunidades y propietarios de la tierra. Hay que involucrar grandes áreas de terreno bajo un enfoque de restauración a escala de paisaje, que nos da un equilibrio y hace más costo efectivo la restauración en términos financieros”, apuntó.  Le puede interesar: Más de 70 carreteras ponen en jaque la biodiversidad de la Amazonia Para la bióloga, muchas experiencias pasadas de siembra fueron fallidas porque no se involucraron redes comunitarias que cuidaran y monitorean los árboles. Solano considera que el país debe seguir apostándole a la restauración como un concepto amplio e integrador que permita generar una herramienta para luchar contra el cambio climático, mejorar la seguridad alimentaria y empoderar a las sociedades a través del conocimiento tradicional.

Para los expertos las sembratones del Gobierno deben hacer énfasis en la gobernanza de la restauración y no simplemente plantar por cumplir. Foto: Jhon Barros.  Zoraida Calle, coordinadora del área de restauración ecológica de la Fundación CIPAV, afirmó, a su turno durante el mencionado encuentro, que el número de árboles plantados no es un indicador bueno de restauración ecológica en el país, porque la sobrevivencia de estos individuos era muy baja. “Lo que tenemos que hacer es crear condiciones para que esos árboles puedan sobrevivir, algo que únicamente ocurrirá si tienen sentido para los propietarios, tenedores de la tierra y comunidades. El gran esfuerzo nacional de restauración ecológica debe hacer sinergia con diferentes sectores, como el riesgo de deslizamientos y avalanchas, la infraestructura y los taludes viales. Los 180 millones de árboles no pueden estar desligados”, resaltó.  

Los especialistas consideran que el país debe seguir apostándole a la restauración como un concepto amplio e integrador que permita generar una herramienta para luchar contra el cambio climático. Foto: Jhon Barros.  José Miguel Orozco, profesor de política, legislación y gobernanza forestal de la Universidad Distrital, consideró en el Foro Nacional Ambiental, llamado Bosques para la Vida, que las metas de restauración, sistemas agroforestales y de manejo sostenible del Plan de Desarrollo están mal planteadas. “El plan informa la cantidad de hectáreas para cada estrategia, pero en el momento de reportar los avances todo está en un mismo paquete y no se puede ver cuál es cada avance.  Es decir que no están bien planteados los indicadores y metas", resaltó.  Le sugerimos: Colombia, séptimo país con mayor pérdida de bosque virgen en el mundo Orozco cree que las sembratones del Gobierno deben hacer énfasis en la gobernanza de la restauración. “No es sólo hacerle un llamado a la población para que participe en un ejercicio que puede ser efímero. Éste debe ser bien planeado, con información clara del material vegetal, los sitios y las especies. Hay que hacerle seguimiento y evaluación al antes, durante y después de las siembras. En Colombia se han presentado vacíos por los recursos invertidos en la reforestación”, subrayó.  En dicho foro, Cesar Augusto Rey, consultor en reducción de deforestación y cadenas productivas del sector agropecuario, dijo que la cifra de 180 millones de árboles del Gobierno era llamativa, pero distraía de una forma mayúscula, "ya que en sólo un año se deforesta lo que está proyectado sembrar en cuatro periodos. Hay que buscar un balance entre ambas metas: sembrar y proteger efectivamente los bosques que tenemos”, apuntó.