SEMANA SOSTENIBLE: Una de las características más curiosas de las casas es que se ensamblan como un Lego, ¿cómo lo hacen?ÓSCAR MÉNDEZ: Pongo un ejemplo. Cuatro personas pueden armar una vivienda de 40 metros en cinco días y desarmarla en tres días. Las viviendas son transferibles, es decir, se las pueden llevar a cualquier lado. Los bloques encajan unos con otros, no se necesita pegante, ni cemento, ni agua; simplemente un martillo y una llave.S.S.: ¿Qué materiales utilizan?O.M.: Trabajamos con plástico industrial y con el que pasa por las manos de cualquier consumidor. Lo compramos a las empresas y a algunos grupos de recicladores. Cada tipo de plástico le da propiedades diferentes al producto, unos son para flexibilidad, otros para rigidez, etcétera. Una vez tenemos definidos los diseños y las necesidades de la casa que queremos construir, hacemos una mezcla con varios de ellos.Nosotros tenemos las patentes, somos los únicos que podemos fabricar estos bloques plásticos en Colombia y en el exterior. Sin embargo, no hemos querido involucrarnos en procesos como el lavado del material.S.S.: ¿Cuántas casas han hecho hasta ahora?O.M.: Hay unas en el Valle del Cauca compradas por privados. También están los tres refugios de Guapi, cada uno de 400 metros cuadrados, donde viven 242 personas desplazadas. Hemos exportado a Costa Rica y ahora estamos en proceso de inaugurar diez casas en Cartagena.S.S.: ¿Cómo surgió la idea?O.M.: La empresa Conceptos Plásticos se inició prestando servicios para transformar el plástico, de manera que las industrias pudieran utilizar nuevamente sus residuos en sus procesos.Yo soy arquitecto y desde que salí de la universidad he tenido experiencia en el sector. Con mi novia, a quien siempre la han movido los temas sociales, empezamos a trabajar en la idea de hacer viviendas a partir de plástico reciclado. En ese momento miramos qué proyectos similares había en el mercado, pero no encontramos nada. En una tesis de maestría conocimos a Fernando Llanos, una persona que venía trabajando el tema y tenía algunos modelos. Finalmente decidimos asociarnos con él y con mi padre y poner en marcha la empresa con este nuevo enfoque.S.S.: El proyecto podría parecer una locura, ¿qué tan fácil fue conseguir apoyo?O.M.: Tocamos las puertas de ONG, privados y del sector público. Nadie quiso apostarle de frente a la idea. Y gracias al concurso Chivas Ventures conseguimos una exposición mediática que nos dio la visibilidad necesaria para que diversas empresas creyeran en el producto.S.S.: Ahora que ya tienen más reconocimiento, ¿cómo convencer al país de que Conceptos Plásticos es una alternativa para reducir el déficit de vivienda?O.M.: En este momento contamos con un proyecto macro donde queremos impulsar más el tema de la educación. Aunque ya íbamos a los colegios y dábamos conferencias, queremos que el ciudadano se dé cuenta que solo con el hecho de separar sus residuos y llevarlos a algún punto cercano de acopio puede darle vivienda digna a alguien. Estamos mostrándonos como una empresa que cierra el ciclo del plástico, beneficiando al tiempo el medioambiente y la sociedad.S.S.: Una casa de plástico podría considerarse débil, insegura o incluso poco salubre, ¿cómo romper esos paradigmas?O.M.: Cuando decimos: ‘esta es una vivienda de plástico’, la gente se imagina bolsas, algo así como una carpa, pero nunca piensan que hay materiales duros como las tapas de gaseosa o los tarros de pintura que también son plásticos. Es algo que nos pasa mucho, sobre todo al principio, pero generalmente es por desconocimiento. Cuando les mostramos el bloque en el que se transforma el plástico, la reacción cambia.Lo que más nos preguntan es si vivir en casas hechas con basura no traerá enfermedades o alergias. En ese momento les explicamos que el material pasa por temperaturas superiores a 300 grados y eso garantiza la muerte de microorganismos, además que trabajamos con plásticos limpios, que antes de llegar a nosotros han pasado por un proceso de molienda y lavado.S.S.: ¿Es posible decir que lo que ofrece Conceptos Plástico es sostenible?O.M.: Claro, es totalmente sostenible. Tomamos un problema ambiental (los residuos) y lo convertimos en una solución social (vivienda digna).