Nace en el páramo de Sumapaz y luego fluye por 73 kilómetros de cinco localidades de la capital del país, donde recibe golpes certeros por parte de la minería ilegal, curtiembres, frigoríficos y vertimientos residuales. Su recorrido termina en el río Bogotá en un estado lamentable. Le puede interesar: Cómo los ríos urbanos convirtieron un agua sagrada en cloaca Se trata del río Tunjuelo, uno de los cuatro afluentes urbanos que atraviesan la ciudad y el encargado de inyectarle la mayor carga contaminante al río sagrado de los muiscas en todos sus 380 kilómetros de trayecto. En 2019, le descargó 66.101 toneladas de sólidos suspendidos, cifra que en 2018 fue de 33.042 toneladas.
Uno de los primeros golpes que recibe el río Tunjuelo proviene de la minería en la localidad de Usme. Foto: SDA. En un operativo realizado por la Secretaría Distrital de Ambiente (SDA), la Policía Nacional y el grupo contra la minería ilegal del Ejército Nacional, las entidades lograron frenar las actividades de captación ilícita de agua que varias empresas estaban haciendo en el río Tunjuelo a la altura del barrio Mochuelo Oriental, en la localidad de Usme. Le puede interesar: Cambio de actitud frente al río Bogotá, la clave de su descontaminación “Logramos identificar cuatro estructuras que utilizaban el recurso hídrico para procesar agregados como trituración y aprovechamiento de material pétreo. En el momento del operativo evidenciamos que las actividades que se venían desempeñando no contaban con los permisos de vertimientos ni ocupación de cauce y tampoco con respectiva concesión de aguas superficiales”, dijo Carolina Urrutia, secretaria de Ambiente de Bogotá.
Varias empresas utilizaban el agua del río Tunjuelo de forma ilegal para triturar material pétreo. Foto: SDA. Seis personas fueron capturadas por parte de la Policía Nacional, las cuales tendrán que enfrentar procesos penales ante la Fiscalía General de la Nación por operar sin permisos y afectación ambiental. Asimismo, la Secretaría de Ambiente decomisó tres bombas de captación de agua e impuso medidas preventivas de sellamiento. “Estas acciones estaban generando cambios en la calidad y dinámica del río Tunjuelo, además de afectaciones en el suelo y el corredor de ronda de este afluente. En el mismo sector identificamos que varias industrias han violado medidas preventivas previas, lo que será un agravante en los procesos sancionatorios que ya cursan en la entidad”, afirmó Urrutia.
Los capturados quedaron en manos de la Fiscalía y deberán responder por las afectaciones ambientales. Foto: SDA. Urrutia advirtió que buscará detener todas las acciones que atenten contra el recurso hídrico, su calidad y la pérdida de biodiversidad. “Las personas o empresas que infrinjan la normatividad ambiental enfrentarán procesos sancionatorios que, según la Ley 1333 de 2009, puede acarrear multas de más de 3.600 millones de pesos”. Le puede interesar: Conozca los búhos que habitan en Bogotá y la sabana Además del Tunjuelo, en la cuenca media el río Bogotá se ve afectado por inyecciones contaminantes de los ríos Fucha, Salitre y Torca. Las Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales Salitre y Canoas, que se espera funcionen a la par a finales de la década, cambiarán el lamentable panorama del río más importante de la sabana.
Minería, curtiembres y frigoríficos son los grandes verdugos del río Tunjuelo. Foto: SDA. * Este es un contenido periodístico de la Alianza Grupo Río Bogotá: un proyecto social y ambiental de la Fundación Coca-Cola, el Banco de Bogotá del Grupo Aval, el consorcio PTAR Salitre y la Fundación SEMANA para posicionar en la agenda nacional la importancia y potencial de la cuenca del río Bogotá y sensibilizar a los ciudadanos en torno a la recuperación y cuidado del río más importante de la sabana.