"El gobierno no va a abandonar a la industria brasileña", declaró la presidenta Dilma Rousseff al lanzar las nuevas medidas en una ceremonia con autoridades, empresarios y trabajadores. "No concebimos nuestro desarrollo sin una industria fuerte, innovadora y competitiva", agregó. Explicó que las nuevas medidas apuntan a fortalecer al sector industrial de "prácticas comerciales predatorias" adoptadas por los países industrializados, en una referencia a la expansión monetaria que les permite devaluar sus monedas para aumentar su competitividad en el mercado externo. Por su parte, el ministro de Hacienda, Guido Mantega, señaló que las disposiciones apuntan a garantizar un crecimiento económico de al menos 4,5% en 2012, con un ritmo de expansión creciente en los años siguientes. En 2011 la economía brasileña creció 2,7% después de un aumento de 7,5% el año anterior. "Con las medidas Brasil tendrá las condiciones de competitividad necesarias para continuar en la ruta de crecimiento que hemos tenido en los últimos años", en que alcanzó un promedio de 4% desde 2003, dijo Mantega. Las medidas incluyen la eliminación de la contribución a la previsión social, que será compensada parcialmente con una tasa sobre la facturación de las empresas beneficiadas. Esta medida favorecerá a 15 sectores industriales, incluyendo textiles, confecciones, cuero y calzados, material eléctrico, piezas automotrices, camiones, autobuses, servicios turísticos y de telecomunicaciones. Paralelamente habrá una reducción variable del impuesto sobre productos industrializados en ocho sectores, vigente durante el primer semestre de este año para varios sectores, incluyendo cocinas, refrigeradoras, lavadoras y muebles. La exoneración tributaria se aplicará también a inversiones en puertos y ferrocarriles y habrá una postergación durante siete meses en el pago de dos impuestos para empresas que enfrentan problemas de flujo de caja. Otra disposición es la prioridad para empresas locales en la compra de bienes y servicios por parte del gobierno, incluso cuando el producto sea más barato en el exterior. El margen de preferencia en el precio va desde 25% en el sector de biofármacos a 8% en el caso de los medicamentos. El gobierno también aumentará los recursos para su Programa de Financiamiento a las Exportaciones, que subirá este año a 1.722 millones de dólares desde 689 millones previstos originalmente. Mantega anticipó que el gobierno también mantendrá sus acciones en materia de defensa comercial y las aumentará con una operación del organismo tributario para combatir las diferentes modalidades de fraude en las importaciones, con un mayor rigor en la fiscalización de fronteras, puertos y aeropuertos. A su vez, el presidente del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES), Luciano Coutinho, dijo que la institución recibirá un aporte del Tesoro Nacional por 25.000 millones de dólares este año para aumentar la disponibilidad de créditos para la inversión. Paralelamente, dijo Coutinho, habrá reducciones de intereses y aumentos de plazos de financiamiento para sectores específicos como autobuses, bienes de capital e innovación. Mantega señaló también que el país ha tomado medidas para combatir la valorización de la moneda local y anticipó que en el futuro tomará otras acciones para impedir que la tasa de cambio mine la competitividad de la industria. No obstante, el dirigente sindical Ricardo Patar, presidente de la Unión General de los Trabajadores, consideró "tímidas" las medidas tomadas hasta ahora para enfrentar la expansión monetaria de los países ricos, que provoca la valorización del real, aunque elogió el conjunto de medidas adoptadas para resguardar a la industria. En el mismo sentido, el empresario Robson Andrade, presidente de la Confederación Nacional de la Industria, consideró que las medidas ayudarán al sector a mejorar su competitividad aunque alertó que los problemas de la industria en Brasil son de tipo estructural y requieren soluciones de largo plazo, como las complejas reglas tributarias, el elevado costo del capital, la burocracia y la baja calidad de la educación.