El general iraní Qasem Soleimani quien fue abatido el pasado 3 de enero, a los 62 años, nació en el seno de una familia campesina del sur de Irán, fue obrero de construcción y empezó su vida militar tras el estallido de la revolución islámica en 1979, cuando se unió a los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica. Su ascenso al interior de la milicia se dio en medio de la guerra entre Irán e Irak que se desarrolló entre 1980 y 1988. Al término de este conflicto, Soleimani empezó a adquirir notoriedad y pronto fue nombrado comandante de la guardia revolucionaria de la provincia de Keram.
En 1998 se convirtió en el jefe de Al-Quds, un grupo de naturaleza secreta que opera fuera de Irán y que jugó un papel fundamental en la creación del grupo terrorista Hezbollah. Como comandante de Al-Quds enfrentó a la oposición Siria y también al Estado Islámico. Desde que George Bush decidió intervenir en Irak en el 2003, Soleimani se convirtió en uno de los principales objetivos militares de Estados Unidos. Indudablemente, las tensiones geopolíticas que surgieron en Oriente Medio como respuesta la operación ordenada por Trump el pasado 3 de enero ya han tenido un impacto considerable en el comportamiento de la economía global.
Tan solo horas después de que se diera a conocer el ataque que acabó con la vida de Qasem Soleimani, el mercado mundial de materias primas ya mostraba alteraciones. Cuando se supo la noticia, el precio del barril de petróleo de referencia ‘brent’ reflejó un aumento de 3% y volvió a los niveles de septiembre, cuando se presentó el ataque a la infraestructura de la petrolera estatal Aramco. Lo mismo pasó con la referencia WTI, cuyo precio escaló hasta los US$63 por barril. Así mismo, se evidenció un aumento del 1% en el precio del oro, por lo que la onza se ubicó en US$1540. Este comportamiento en el precio del oro era de esperarse, pues los inversionistas a nivel mundial se vuelcan ante este metal cuando suenan vientos de inestabilidad para así asegurar sus inversiones.
Expertos consideran que de continuar el escalamiento las tensiones en esta zona del mundo, lo más probable es que se sigan presentando incrementos en los precios tanto del oro como del petróleo.