Bo Derek, una de las primeras activistas ambientales, tuvo una caraterística particular: su fama planetaria. Logró impulsar la protección de los animales gracias a la fama que adquirió en los años setenta con la película "10 la mujer perfecta", que la convirtió en uno de los sex symbol del cine. Corrían otros tiempos y las preocupaciones ambientales apenas comenzaban. En esta década nació el movimiento ambientalista y se conformó una base académica y de activismo importante que hoy adquiere fuerza. Derek llegó a ser la delegada del departamento de Estado de Estados Unidos para la protección de los animales en extinción en el mundo. Además, visita habitualmente a Latinoamérica por su interés en las islas Galápagos: participa de una Fundación que defiende a este paraíso de biodiversidad. En las últimas décadas la tendencia de famosos vinculados a las causas ambientales ha ido creciendo. La lista es larga: Leonardo DiCrapio, Beyoncé, Emma Watson, Cate Blanchett, Brad Pitt, Angelina Jolie, Alejandro Sanz, Penélope Cruz y Cameron Díaz. Lea también: ONU: catástrofe generacional por deserción estudiantil por la covid
Leonardo DiCaprio actor -Beyoncé cantante - Angelina Jolie actriz. Últimamente se sumó a esta tendencia el actor Zac Efron, famoso inicialmente por su participación en el éxito juvenil High School Musical. Efron protagoniza la serie de Netflix Down to Earth, un documental en el que el artista viaja por el planeta para evidenciar cómo es posible lograr una forma de vida más armónica con la naturaleza y, en consecuencia, más sostenible. Efron, por ejemplo, visita Islandia, donde conoce cómo generan energía de forma sostenible mediante la actividad de los volcanes y las corrientes de agua termal para distribuir electricidad a la población. Su sistema es 100% sostenible y amigable con el medio ambiente. Esta no es la única forma de relacionamiento sostenible con el planeta de los islandeses. Por ejemplo, hacen pan en los hornos naturales que les provee su contexto: esto es, preparan la masa y la ponen en la tierra que se calienta por la lava que pasa por debajo. En otro de los capítulos de esta ‘docuserie‘, Efron visita una comunidad de Costa Rica habitada por unas 40 familias que solo comen lo que su tierra cercana les provee. Esta comunidad almacena los residuos orgánicos, incluyendo los excrementos humanos, para después de que se descompongan en gases, utilizarlos para generar calor y energía. Le puede interesar: OPS: covid tiene "impacto devastador" en la atención de otras enfermedades
La popularidad y la fama proveen de recursos suficientes a los activistas modernos para financiar estas actividades. Zac Efron actor. En esta travesía, el actor estadounidense se acompañó del escritor Darin Olien, autor de la obra Superlife, que se adentra en la manera de mejorar la calidad de vida mediante la alimentación. La tendencia de los actores y celebridades por abordar las grandes preocupaciones planetarias se ha visto impulsada, en primera instancia, por la cada vez mayor cantidad de audiencia que este tipo de prioridades tiene entre la gente y los gobiernos. Aún así, muchos consideran que ya es tarde para la humanidad y que devolver el ciclo de deterioro en las condiciones del clima, por ejemplo, va resultar muy difícil: los expertos creen que la fecha límite para lograr que el impacto sea reversible es 2030. Por eso el llamado de urgencia desde muchos sectores de la sociedad es cada vez más fuerte. No obstante, además del favorable clima de opinión para estos asuntos, hay otro factor relevante: las celebridades de hoy cuentan con una mayor cantidad de recursos para financiar su activismo. Leonardo DiCaprio, uno de los actores destacados por su compromiso con estas iniciativas, desarrolló el documental "Antes que sea tarde" (Before the flood, en inglés) que aborda el límite de tiempo para detener el cambio climático. Además donó US$5 millones para recuperar la selva amazónica afectada por los incendios forestales a comienzos de 2019. Lea también: Pese a la pandemia, exportaciones de café crecieron 1% en julio La disposición de más recursos es un resultado natural de los mayores ingresos en la industria del entretenimiento. Un ejemplo es que la taquilla mundial del Séptimo Arte pasó de US$23.000 millones en 2005 a US$42.200 millones el año pasado. El resultado de 2019 no solo es un récord histórico, sino que refleja un ritmo de crecimiento bastante saludable de casi US$500 millones al año. Nadie debe poner en tela de juicio la urgencia de cambiar los hábitos de la humanidad para salvar al planeta y a la especie. Las iniciativas de los famosos de Hollywood y del mundo del espectáculo son adecuadas. La pregunta es si lograrán salvar al mundo.