Los países en todo el mundo han aplicado distintas estrategias para combatir la pandemia del coronavirus, pero casi todos han hecho algo en común: aumentar su gasto público para hacer frente a la crisis sanitaria. Además de los gastos en salud, la mayoría de los gobiernos han ofrecido ayuda financiera a las personas y los negocios afectados económicamente por la parálisis que trajo la pandemia. Lea también: Deuda mundial llegará a un récord de US$277 billones, el 365% del PIB en 2020 En un informe sobre la situación fiscal de la economía mundial publicado en octubre pasado, el Fondo Monetario Internacional (FMI) estimó que a nivel mundial se han gastado unos US$12 billones en "amortiguar el golpe" de la covid-19. Estas medidas fiscales "han salvado vidas y medios de subsistencia", resaltó el organismo. Sin embargo, semejante incremento del gasto público internacional, sumado a la fuerte caída en los ingresos tributarios como consecuencia de la parálisis de la actividad, también ha generado algo inédito. Ha llevado a que la deuda pública mundial alcance su máximo histórico y por primera vez sea cercano al 100% del producto interno bruto (PIB) internacional. Dicho de otra forma, ha provocado que por primera vez en la historia la deuda pública global iguale al tamaño de la economía mundial. No obstante, lejos de lo que podría pensarse, el FMI no aconseja recortar el gasto. Por el contrario. La directora del organismo, Kristalina Georgieva, ha enfatizado repetidamente los riesgos de una reducción prematura del estímulo. "Donde persiste la pandemia, es fundamental mantener líneas de vida en toda la economía, para las empresas y los trabajadores, como aplazamientos de impuestos, garantías de crédito, transferencias de efectivo y subsidios salariales", señaló Georgieva. "Es igualmente importante la acomodación monetaria continua y las medidas de liquidez para asegurar el flujo de crédito, especialmente a las empresas pequeñas y medianas, apoyando así el empleo y la estabilidad financiera", dijo en un discurso a comienzos de octubre. "Corta las líneas de vida demasiado pronto y el largo ascenso (de la recuperación) se convierte en una caída precipitada", advirtió. A pesar de que el FMI estima que los déficits presupuestarios de los gobiernos aumentarán del 3,9% del PIB al 12,7% en 2020, lo considera algo transitorio. "Lo que vemos es un aumento único de la deuda en 2020, luego una estabilización después de 2021, e incluso una ligera tendencia a la baja en 2025", le dijo a Reuters el director de Asuntos Fiscales del FMI, Vitor Gaspar. El organismo incluso está incentivando a algunos países, reacios a aumentar el gasto, a aprovechar las bajas tasas de interés para invertir en infraestructura. Según los cálculos del FMI, 30 países superarán el 100% de deuda respecto a su PIB en 2020, debido a su respuesta a la pandemia. Lea también: Deuda externa de Colombia alcanzó nuevo máximo histórico en agosto Al tope de la lista está Japón, que ya era el país más endeudado, con una deuda pública del 238% del PIB. Este año, la cifra ascendería casi 30 puntos más, a 266%, según ese organismo. También Sudán y Grecia tendrán deudas por encima del 200% de su PIB, de acuerdo con las estimaciones. El país africano pasaría de 202% a 259% y el europeo de 181% a 205%. Completan el ranking de los 20 países más endeudados Eritrea, Líbano, Italia, Portugal, Cabo Verde, Belice, Barbados, EE.UU., Singapur, Baréin, España, Mozambique, Bután, Angola, Francia, Chipre y Bélgica. Estas perspectivas han llevado a algunos legisladores en estos países a exigir a los gobiernos que empiecen a recortar el gasto relacionado con el covid, antes de que la creciente deuda genere un problema.