La cifra a noviembre de 2020 representa un incremento del 24,5% en comparación con la cantidad de dólares en circulación que había a finales del 2019. “En mi opinión, el dólar está atravesando una fase cíclica de debilidad, similar a la depresión relativa durante la década de los 70, inicios de los 90 y la gran crisis financiera a finales de los 2000", dijo Olivia Álvarez, analista de la firma Monex Europe. Lea también: ¿Qué implica la unificación monetaria en Cuba y qué papel puede cumplir el dólar? El primer efecto de esta nueva masa monetaria en circulación es que podría generar inflación en Estados Unidos. El segundo es una acelerada devaluación del dólar contra muchas divisas, que según varios analistas consultados por BBC Mundo, ofrecerá un inesperado respiro a las economías de América Latina, devastadas por los efectos de la pandemia de covid-19. En algunos países de la región los efectos se notarán con fuerza; otros tienen tantos desafíos encima, dicen los expertos, que una bajada del dólar entre el 10% y el 15% contra sus divisas no va a tener impacto alguno. "Las monedas latinoamericanas son por lo general amplios beneficiarios de la depreciación del dólar. Este efecto es particularmente relevante para países altamente endeudados como Argentina", añade Álvarez. Coincide con ella Keith Wade, economista jefe de la gestora Schroders. "Se benefician especialmente a través de una financiación más fácil que reduce la presión sobre sus monedas. Esto permite políticas monetarias internas más flexibles y también reduce la carga de la deuda externa denominada en dólares", dice Wade. Uno de los factores que mantiene la economía argentina bajo el yugo es su excesiva dependencia del dólar y el volumen de deuda pública emitido en esa divisa, en lugar de en pesos. Cuando el tipo de cambio peso/dólar subía, la carga de esas obligaciones era cada vez mayor. Ahora que el dólar cae es fácil plantearse cómo puede afectar esto la parte de su deuda denominada en moneda fuerte. "Si nos fijamos en los desafíos que tiene Argentina en este momento, que son bastante grandes, un debilitamiento del dólar entre el 10% y 15%, para ser honesta, no supondrá un cambio importante, afirma Claudia Calich, especialista en mercados emergentes de M&G Investments. El país aún tiene que seguir negociando la reestructuración de la deuda con el FMI y el estado de sus finanzas tiene muy poco margen de maniobra para hacer frente a los estragos de la covid-19. En cuanto a México, este es uno de los principales socios comerciales de Estados Unidos y podría ser uno de los principales ganadores por la mayor cantidad de dólares en el mercado.  Lea también: Dólar ha aumentado el valor de los carros usados en 2020, según OLX El 70% de sus exportaciones se dirige a la industria manufacturera estadounidense, que obviamente se beneficia enormemente de la debilidad del dólar. Para Claudia Calich, en la medida en que la economía estadounidense y la llegada de la vacuna contribuyan a un repunte en el crecimiento el próximo año, esto será extremadamente positivo para México. Por último, no hay que olvidar que si las economías globales se reactivan, es probable que veamos una subida en los precios del petróleo. "Ya hemos visto un pequeño repunte en el barril de crudo. Eso podría ser potencialmente beneficioso también para México o indirectamente para su petrolera estatal, Pemex", dice Calich. BBC Mundo