"Habrá una transición tranquila hacia un segundo gobierno de Trump", dijo Pompeo durante una tensa conferencia de prensa al ser preguntado sobre los contactos con el equipo de Biden. "El mundo debe tener plena confianza en que la transición necesaria para que el Departamento de Estado esté efectivamente operativo hoy, y efectivamente operativo con el presidente que estará en el cargo el 20 de enero por la tarde, será una transición exitosa", dijo refiriéndose a la fecha y hora de la investidura presidencial. Los líderes mundiales, incluidos casi todos los aliados de Estados Unidos, han felicitado a Biden, quien logró una ventaja indiscutible en estados clave y cosechó la mayoría del voto popular a nivel nacional. Lea también: Presidente Trump despidió a Mark Esper como jefe del Pentágono Sin embargo, Trump se ha negado a conceder su derrota en las elecciones del 3 de noviembre, alegando un fraude masivo, pidiendo recuentos y promoviendo acciones legales. Cuando se le preguntó si Estados Unidos aún puede emitir declaraciones pidiendo elecciones libres en el mundo, Pompeo dijo que la pregunta era "ridícula". Frente a China, Biden mantendrá la misma presión, pero con otro estilo El estilo de Biden es, sin duda, menos combativo que el del derrotado Donald Trump, pero los expertos pronostican que la presidencia de Joe Biden aumente la presión de Estados Unidos sobre su gran rival, China, en materia de comercio, derechos humanos y seguridad. Las relaciones entre las dos superpotencias han estado marcadas por rencores y recriminaciones durante los cuatro años del mandato Trump, que impuso elevados aranceles a bienes chinos y culpó a Pekín del origen de la pandemia de la covid-19. "Trump adoptó una política muy agresiva con China, intentando imponerle presión en todos los frentes" asegura Adam Ni, director del China Policy Centre, basado en Canberra, Australia. Lea también: Comisión Europea acusó a Amazon de usar ilegalmente datos de empresas "Con Biden, creo que tendremos un enfoque más calculado y centrado, no solamente en el ataque puntual, sino en consideraciones de largo plazo", explica. La dirección de las futuras relaciones entre Washington y Pekín parece, sin embargo, inamovible, según los expertos, pues la mayoría de los dirigentes estadounidenses quiere asegurarse de que su país mantendrá la supremacía militar y económica con respecto al gigante asiático. AFP