Al contrario, los empresarios alineados en la Unión Industrial Argentina (UIA) respaldaron la decisión del Gobierno de Cristina Fernández porque consideran que favorece que el país tenga una política de estado en materia de hidrocarburos. Las posiciones de los dos mayores gremios empresariales argentinos se conocieron cinco días después de que el Ejecutivo argentino anunciara la intervención de YPF y la presentación de un proyecto de ley para expropiar el 51 por ciento de las acciones de la petrolera en manos de Repsol. "En una sociedad democrática moderna, un rol decisivo del Estado es el de asegurar un marco de previsibilidad, de reglas de juego y de respeto a los contratos que permitan a las empresas privadas desarrollar inversiones, generar empleos, introducir innovaciones y ganar mercados externos", destaca la AEA en un comunicado. "En este marco, la expropiación de una empresa privada debe considerarse un hecho de excepción", apunta la asociación. Según la entidad, que preside Jaime Campos, es de "vital importancia" que "de procederse a la expropiación se haga respetando rigurosamente la Constitución argentina que en su artículo 17 requiere que sea por causa de utilidad pública calificada por una ley y previamente indemnizada". La AEA sostuvo que Argentina forma parte de "una comunidad internacional de naciones en la que imperan normas, procedimientos y formas de actuar que deben respetarse". "No hacerlo implicará una caída en la inversión extranjera directa. Además, para las empresas argentinas se acrecentarán las dificultades para acceder al financiamiento internacional así como para comercializar sus productos y servicios en los mercados de otros países", añadió. Por su parte, en declaraciones a Radio 10 de Buenos Aires, el presidente de la UIA, José Ignacio de Mendiguren, respaldó la decisión oficial sobre YPF. "Indica que vamos en la dirección de tener una política de Estado", comentó De Mendiguren, quien consideró que el proceso que se ha abierto en relación a la petrolera "representa un desafío para los próximos años". No obstante, el dirigente dijo que en su entidad hay "distintos planteamientos que escuchar" y aseguró que su ambición es tener "una Petrobras argentina", en alusión al modelo de la estatal brasileña. El Senado argentino debatirá el miércoles próximo la propuesta de ley que dispone la expropiación del 51 por ciento de las acciones Clase D de la petrolera en manos de Repsol, dueña de un paquete total del 57,43 por ciento, y también de tenencias de la empresa española en su controlada YPF Gas. Cristina Fernández garantizó este viernes que, por respeto a la "soberanía" de España, no responderá a las represalias anunciadas por el Gobierno español, que ha tomado medidas para limitar las importaciones de biodiésel de Argentina como reacción a la expropiación de YPF. EFE