El ciclista Janez Brajkovic, de 35 años y quien pertenece al equipo continental Adria Mobil de su país; sacudió las redes sociales por cuenta de sendas fotografías que tomó de su pierna izquierda antes y después de participar del Tour de Croacia. El deportista, que había sido sancionado diez meses por dopaje, pretendía marcar su regreso a la competición, tras pertenecer a escuadras del WorldTour como Astana y Bahrain-Merida. ¿Pero, qué es lo que le ocurre al deportista?

Una persona con una rutina común o un deportista ocasional nunca va a experimentar algo así pero este es un fenómeno es común para los ciclistas de élite que pueden rodar hasta 30.000 kilómetros al año. Un corredor de un equipo World Tour puede competir entre 70 y 80 días al año. Además casi toda la temporada están entrenando por lo que pasan gran parte del año montados en una bicicleta. Por esto para la que las venas se inflamen así es necesario que alguien normal tenga entrenamientos exhaustivos, de ocho horas diarias, durante varios años. Así lucía la pierna del deportista antes de la competición:

Este fenómeno se presenta debido a la constante circulación de la sangre que es necesaria para que el cuerpo se mantenga activo en las etapas que puede llegar a durar hasta ocho horas. En una persona normal, el ritmo sanguíneo que llega a las piernas es de unos cinco litros por minuto. En alguien que realiza actividad física con regularidad, este ritmo es de unos 20 litros por minuto. En el caso de un ciclista de élite, estos “manejan en cada pierna una cantidad de litros de sangre que es casi cinco veces mayor de la que fluye en una persona normal”, explicó el deportólogo John Duperly a SEMANA en 2018. “Ellos requieren una tubería grande que permita no solo llevar la sangre a los músculos, sino recogerla a través de las venas”, añade el experto. Tal volumen masivo de sangre moviéndose con el ejercicio hace que las venas se marquen de esta forma. También se debe tener en cuenta que el cuerpo de un deportista de alto rendimiento tiene un muy bajo porcentaje de grasa, “estamos hablando de porcentajes entre el 5 y el 10 por ciento del cuerpo, que es la mitad de una persona normal. Esto hace que la piel esté más pegada a los músculos y no haya nada que oculte las fibras musculares”, advirtió Duperly. Una foto parecida se viralizó en el Tour de Francia de 2018 cuando el polaco Pawel Poljanski mostró cómo habían quedado sus piernas después de una etapa en la que el efecto de la carrera fue mucho más notable que en el caso de Rojas. Con estas fotos queda demostrado el sufrimiento de las ciclistas en las carreras. Además sirve para que los aficionados se den cuenta de que los ciclistas muchas veces no atacan o resisten en las primeras posiciones no porque no quieran sino porque el cuerpo le dice no más y es algo que no se puede controlar.