El documento se presenta en el marco de Salvar Nuestro Futuro, campaña plural coordinada por 10 organizaciones, entre otras, la Unesco, que se ha propuesto sensibilizar acerca de la situación de emergencia que atraviesa la educación en el mundo e instar a que se aumenten las inversiones en el sector, para construir mejores sistemas educativos, más inclusivos y resilientes, de cara al futuro. Según el informe, de la mayoría de los alumnos en situación de riesgo, unos 5,9 millones se encuentra en Asia Meridional y Occidental, mientras que otros 5,3 millones de estudiantes corren el mismo peligro en el África Subsahariana. Ambas regiones ya se enfrentaban a graves problemas educativos antes de la pandemia, por lo que la Unesco considera probable que su situación empeore considerablemente. La educación superior podría experimentar los mayores índices de abandono, así como una reducción de matrículas de hasta el 3,5%, lo que redundaría en una pérdida de 7,9 millones de alumnos. El segundo nivel más afectado sería la enseñanza preescolar, en la que se ha previsto una pérdida de matrículas del 2,8%, es decir, unos 5 millones menos de niños escolarizados. Le puede interesar: ONU: la desigualdad extrema está llevando al mundo al borde del colapso Y según las mismas proyecciones, el nivel de primaria podría perder el 0,27% del alumnado y el de secundaria el 1,48%, lo que equivaldría a 5,2 millones de niñas y 5,7 millones de niños que dejarían los estudios en ambos niveles. Las estadísticas compiladas por la Unesco muestran que casi 1.600 millones de alumnos de más de 190 países, el 94% de la población estudiantil del mundo, se vieron afectados por el cierre de las instituciones educativas en el momento más álgido de la crisis, una cifra que hoy se ha reducido a 1.000 millones. Alrededor de 100 países todavía no han anunciado en qué fecha volverán a abrir sus escuelas. "Estas conclusiones ponen de relieve la urgente necesidad de velar por la continuidad del aprendizaje para todos, especialmente de los más vulnerables, ante esta crisis sin precedentes", declara la directora general de la Unesco, Audrey Azoulay. US$148.000 millones de déficit En el informe se pide a las autoridades nacionales y la comunidad internacional que aúnen esfuerzos para situar a la educación en la vanguardia de los planes de recuperación y proteger las inversiones en el sector educativo. Precisamente, según los cálculos de la Unesco, la pandemia ampliará en un tercio el déficit en la financiación necesaria para la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en Educación, acordados por la comunidad internacional para 2030, en los países de ingresos bajos y medios-bajos, una brecha que en la actualidad alcanza ya la "impresionante" cifra de US$148.000 millones. Recomendado: Clases presenciales volverán según evolucione la pandemia en Colombia Para esto, la Unesco convocará, antes de que termine el año en curso, una sesión especial de la Coalición Mundial para la Educación. El informe también pone de manifiesto que el cierre de escuelas no solo afecta a la educación, sino que también impide el suministro de servicios esenciales para los niños y las comunidades, entre otros; el acceso a una alimentación equilibrada, y limita la capacidad de los padres para acudir al trabajo. Asimismo, las medidas de clausura incrementan el riesgo de que las niñas y mujeres puedan padecer violencia doméstica. "La tarea de evitar que esta crisis del aprendizaje se transforme en una catástrofe generacional debería ser una prioridad para los dirigentes del mundo y para todos los interesados del sector educativo", señala el informe, al insistir en la función de la educación como motor del progreso económico, el desarrollo sostenible y la paz duradera. "Nos enfrentamos a una catástrofe generacional" Durante la presentación del documento, el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, ha advertido que la pandemia ha causado el trastorno más grave registrado en los sistemas educativos en toda la historia y amenaza con provocar un déficit de aprendizaje que podría afectar a más de una generación de estudiantes. Lea también: Alertan por riesgo de fraude cibernético en subsidios sociales "Ya nos enfrentábamos a una crisis de aprendizaje antes de la pandemia. Ahora nos enfrentamos a una catástrofe generacional que podría despilfarrar un potencial humano incalculable, socavar décadas de progreso y agravar las desigualdades más arraigadas", dijo Guterres. EUROPA PRESS