Conveney lamentó "el fin de una era". "Durante 48 años, Reino Unido ha sido una pieza central de la Unión Europea", ha recordado Coveney en una entrevista con el periódico irlandés ‘Irish Independent‘. "Ahora termina finalmente el periodo de transición post Brexit. Para nosotros, en Irlanda, no es algo que haya que celebrar", añadió. "Hemos evitado el dramático problema que supondría que no hubiera acuerdo comercial para el Brexit, pero eso no significa que las cosas no estén cambiando drásticamente, por lo están", ha indicado. Así, advirtió de "más problemas y más retrasos y por consiguiente más costes para los negocios". "Esa es la parte mala del Brexit (...). Una cosa como el Brexit no pasa sin que haya problemas e inconvenientes", señaló. Igualmente ha mencionado los "controles, declaraciones, burocracia y papeleo". Lea también: Ciudad de México prohíbe los plásticos de un solo uso desde el 2021 Coveney aseguró que el acuerdo protege a Irlanda de todas las "vulnerabilidades fundamentales", aunque ha reconocido que no están satisfechos con el acuerdo en lo que respecta a la pesca. "Un área en el que se nos ha pedido asumir un cierto dolor, con la que no estoy totalmente contento, es la de la pesca. Seguimos trabajando para poder garantizar un reparto justo y poder apoyar al sector pesquero", explicó. Cuatro años y medio después del referéndum en el que los británicos decidieron abandonar la Unión Europea, el Brexit llegó finalmente a convertirse en realidad después de que a media noche del 31 de diciembre en Londres el Reino Unido haya dejado de ser oficialmente uno de los 27 Estados miembro y se haya convertido así en la primera nación en abandonar la UE. Lea también: Reino Unido supera el millón de vacunados contra el coronavirus La separación ha llevado años de intensas negociaciones antes de que finalmente, el acuerdo final de ruptura por 600 billones de libras esterlinas, unos 670.000 millones de euros se alcanzara en Nochebuena. Las partes comienzan este viernes una nueva era en sus relaciones con una cooperación mucho menos definida y regida principalmente por el nuevo Acuerdo de Comercio y Cooperación (TCA, por sus siglas en inglés). La libertad de movimiento para vivir y trabajar terminará, aunque de momento, a corto plazo, todavía se mantiene la libertad de visado. Los bienes serán más controlados a ambos lados de las fronteras entre Reino Unido y la Unión Europea, y dentro del Reino Unido, en la frontera marítima entre Irlanda del Norte y Gran Bretaña. Los negocios a ambos lados tendrán que saltar por el aro para cumplir los requisitos para las exenciones de tarifas. Europa Press