"Nuestra vida diaria cada vez es más difícil, mientras China continúe presionando a Taiwán para que aceptemos sus condiciones políticas, unas condiciones que harán de Taiwán el próximo Hong Kong", declaró Wu al secretario de Salud estadounidense, Alex Azar, que está llevando a cabo una histórica visita a Taiwán, muy criticada por el Gobierno chino. En Hong Kong, la represión de la disidencia se ha intensificado desde que entró en vigor, a finales de junio, la draconiana ley sobre seguridad nacional impuesta por Pekín. Numerosos activistas prodemocracia fueron detenidos, al tiempo que se descalificó a varios candidatos opositores a las legislativas. Lea también: EE. UU., preocupado por “proveedores de alto riesgo” de 5G en Colombia Esta creciente injerencia de China en Hong Kong preocupa en Taiwán, una isla de 23 millones de habitantes. Pekín continúa considerando a Taiwán como una provincia rebelde que debería regresar bajo su dominio, por la fuerza si fuera necesario. Azar, que hace una visita de tres días a la isla, es el responsable estadounidense de más alto rango que haya visitado Taiwán desde 1979, cuando Estados Unidos rompió relaciones diplomáticas con Taipéi para reconocer al gobierno comunista establecido en Pekín como el único representante de China. El viaje se produce en un contexto de tensiones entre China y Estados Unidos a raíz de varios temas, como la cuestión de Hong Kong, el coronavirus o asuntos comerciales. Lea también: Colombia compra más del 50% de los autos eléctricos Renault en Latinoamérica El lunes, el Ministerio taiwanés de Defensa afirmó que cazas chinos habían realizado una breve incursión más allá de la línea del Estrecho de Taiwán, que Pekín y Taipéi consideran como su "frontera". Durante su visita, Azar alabó la democracia taiwanesa y su política en materia de lucha contra el coronavirus. En cambio, se mostró crítico respecto a la actitud de China frente a la pandemia en su territorio y su modelo autoritario de gobernanza. AFP