Como ya conocen todos los ciudadanos, desde el lunes 6 de septiembre la Alcaldía de Medellín volvió a imponer la rotación del pico y placa en la ciudad, una norma que había estado suspendida a causa de la llegada de la covid-19.
Teniendo en cuenta eso, la rotación que se está aplicando ahora mismo tanto en Medellín como en el Valle de Aburrá es de cada dos semanas, de lunes a viernes, entre las 5:00 a.m. y las 8:00 p.m., de acuerdo con el último dígito de la placa.
Sin embargo, este jueves se conoció que a partir del otro año, el funcionamiento de la norma cambiará con el fin de disminuir en gran medida la grave congestión vehicular que vive la ciudad a diario.
Juan David Palacio, director del Área Metropolitana, explicó que desde enero del 2022, Medellín y el Valle de Aburrá tendrán pico y placa de dos dígitos y se mantendrá el horario extendido durante todo el día. “Lo que queremos es evitar que las personas puedan predecir el próximo número (...) Quiero señalar que es muy posible que para el próximo pico y placa la asignación de números sea bajo sorteo”.
Tras conocerse la decisión, varios sectores reaccionaron en rechazo. María José Bernal, directora de Fenalco Antioquia , afirmó que esta idea ya es del pasado y que incluso la reactivación económica podría verse afectada con ello.
“Invitamos a replantearse esta medida y también a aportar soluciones como ciudades 24 horas, sistemas de información concretos que logren articular muchísimo más la movilidad”, señaló Bernal.
Cabe mencionar que desde el pasado 20 de septiembre empezó el periodo sancionatorio, que como se sabe es una multa de 15 SMDLV, la cual equivale a $447.555 y la inmovilización del vehículo.
¿Y el pico y placa solidario?
Como lo había dicho el director del Área Metropolitana, esta idea que ya está aplicando en Bogotá, aún se está analizando, pues dependería de temas como la tecnología del vehículo y el modelo para saber cuánto tendría que pagar cada usuario que quiera acceder a esta posibilidad.
Por otro lado, quedan pendientes algunas decisiones, como definir la medida en los municipios que no la tienen como una obligación especialmente para las motos, como es el caso de Barbosa y Copacabana.
En Bogotá, por ejemplo, lo que se busca con esta medida es brindar a los propietarios de vehículos una alternativa para impulsar el aprovechamiento del parque automotor de servicio particular al máximo, elevando la ocupación de los vehículos y aliviando la alta demanda del transporte público colectivo.
Para obtener ese beneficio, la Secretaría Distrital de Movilidad dispuso una serie de tarifas para que personas naturales y jurídicas puedan hacer un uso óptimo de sus automóviles.
La entidad explicó que esta medida genera, además, recursos adicionales a través de la captación de contribuciones por parte de los usuarios que requieran usar sus carros en días y horarios en que tengan restricciones, orientando estas al mejoramiento del transporte público y fortaleciendo los subsidios a la población vulnerable.
La Secretaría de Movilidad señaló que las tarifas dependen de tres condiciones específicas: el impacto ambiental determinado por características mecánicas de los carros como el cilindraje, el combustible y el modelo del vehículo.
Por esta razón, recomendó que antes de acceder al beneficio, los ciudadanos hagan cálculo a partir del simulador que dispuso la Secretaría de Movilidad. (En este enlace se puede probar).
Evaluando el funcionamiento de esta medida en la capital, Medellín podría poner a prueba este mecanismo, sin embargo, aún no estaría claro si su manejo le vendría bien tanto a la movilidad de la ciudad como a la calidad del aire de la misma.