En medio de la emergencia sanitaria de la covid-19, los portugueses reeligieron al presidente conservador Marcelo Rebelo de Soussa con un total de 60,7% de los votos.

El actual presidente de este país es un exprofesor de derecho de 72 años que se dio a conocer como comentarista político en televisión y que luego logró escalar para llega a ser el jefe de estado de Portugal.

Por su parte, la principal contendiente que tenía el reelegido mandatario era la exdiputada socialista Ana Gomes que solo obtuvo el 13% de los votos quedando en segunda posición y con una ligera ventaja sobre el candidato de extrema derecha, André Ventura, que solo obtuvo 11,9% de los votos.

Portuguese Prime Minister Antonio Costa comes out of a voting booth to cast his ballot for the Portuguese presidential election at Benfica School being used as a polling station in Lisbon on January 24, 2021. - Portugal is voting despite the country's pandemic lockdown. (Photo by ANDR� KOSTERS / POOL / AFP) | Foto: AFP or licensors

Durante su discurso de victoria, Rebelo de Soussa aseguró que su prioridad será la lucha contra la pandemia y agradeció a sus electores su “confianza renovada en condiciones mucho más difíciles” que las de hace cinco años, en su primera elección.

Extrema derecha se abre camino

La elección de Rebelo de Soussa hace que la extrema derecha se abra aún más campo en el país y por ello el mandatario afirmó que por primera vez un partido abiertamente antisistema ha roto el campo de la derecha tradicional con cerca de medio millón de votos.

Sin embargo, a pesar de alcanzar una votación alta, el candidato no logró sobrepasar a la socialista Ana Gomes, una de sus metas de campaña.

Por su parte, la candidata Gomes, afirmó que “Si no hubiera sido candidata, tendríamos que lamentar más todavía el avance de la extrema derecha”,

Vale la pena destacar que la tasa de abstención llegó a un nuevo récord histórico en este país para las elecciones presidenciales de Portugal desde la instauración del régimen democrático, en 1974, alcanzando un 60,6%.

A pesar de alcanzar ese porcentaje tan alto, no fue una sorpresa para los analistas y candidatos que esperaban una cifra más alta, teniendo en cuenta la fuerza de la covid-19 en este país y con los 10 millones de habitantes sometidos a un asilamiento general desde hace diez días.

A voter casts her vote at her polling station at the Portuguese presidential elections at a school in Parque das Nacoes in Lisbon on January 24, 2021. Portuguese vote today for the Presidential election. | Foto: AFP

Tras el crecimiento exponencial de casos en los últimos días, Portugal ocupa el primer lugar mundial en número de contagiados con relación a la población, superado solo por el enclave británico de Gibraltar.

La situación de la pandemia en Portugal

Al ser el país con el mayor número de contagios con relación a la población, las entidades de salud han fortalecido las medidas de restricción; este domingo, Portugal registró un récord en el número de casos y fallecidos desde el comienzo de la pandemia y el número de muertos ya ronda los 10.500.

Por ejemplo, los establecimientos comerciales y los restaurantes están cerrados durante 15 días, así como los colegios que no tendrán clases hasta que baje el pico de infección en el país.

Para los comicios, los votantes tuvieron que hacer largas filas frente a los puestos de votación, aunque se mantuvieron las normas de distanciamiento social requeridas.

A voter is seen at her polling station at the Portuguese presidential elections at a school in Parque das Nacoes in Lisbon on January 24, 2021. Portuguese vote today for the Presidential election. | Foto: AFP

“Aunque es importante venir a votar pese a estar confinados, no tiene ningún sentido salir de casa y juntarse con miles de personas”, declaró uno de los votantes.

Luego de proclamar su victoria, el presidente pidió a sus electores votar por el para evitar una segunda vuelta que estaría prevista para el 14 de febrero y que. según el, alargaría las elecciones en una época crucial apara combatir la pandemia.

En Portugal, el jefe del Estado no tiene ningún poder ejecutivo pero juega un papel de árbitro cuando hay crisis políticas y puede disolver el Parlamento para convocar elecciones legislativas anticipadas. Ahora, el mandatario tendrá que lidiar con la situación de pandemia que se fortalece aún más en estos días.

Con información de agencias.