Los estantes vacíos en los supermercados son el registro para la historia de la tragedia que vive Venezuela. Las principales ciudades quedan a oscuras en medio de los constantes apagones que viven los 23 estados. La represión, el caos y la inseguridad ponen su cuota para empeorar la situación. Como consecuencia de la crisis, los venezolanos huyen de su país. Naciones Unidas calcula en más de 3 millones el éxodo venezolano. De ellos, 1,3 millones de migrantes están en Colombia. La comunidad internacional apoya a la oposición para sacar a Nicolás Maduro del poder. Las sanciones económicas, en las que Estados Unidos lleva la delantera, son una de las herramientas para lograrlo. Estas medidas fueron tomadas por un gobierno contra otro país con el objetivo de bloquear y limitar su actividad comercial. En el caso venezolano están dirigidas en su mayoría a la industria petrolera. Le puede interesar: “La mitad del café que Colombia vende al mundo es venezolano”: Maduro Las sanciones empezaron en 2006, durante el gobierno de George W. Bush, cuando la Secretaría de Estado acusó al país petrolero de no combatir el terrorismo. Estados Unidos limitó el comercio de armas para Venezuela. Luego, Barack Obama expidió el decreto presidencial 13692, que señaló a Venezuela como una “amenaza extraordinaria para la seguridad nacional y para la política exterior”. Washignton congeló bienes y cuentas de siete oficiales militares venezolanos, les prohibió entrar y hacer negocios con ciudadanos de ese país. A medida que aumenta el deterioro en Venezuela y con Donald Trump en la presidencia, las primeras medidas parecen solo una advertencia. Trump ha aprobado 10 paquetes de sanciones que persiguen al círculo más cercano de Maduro y cercan la economía de ese país. Las consecuencias Al anunciar las sanciones a la industria petrolera en enero, Steve Mnuchin, secretario del Tesoro, dijo que "es una verdadera tragedia tener una crisis humanitaria en un país con muchos recursos”. Bloquear los activos venezolanos y prohibir a los estadounidenses hacer negocios con ellos son medidas que le pegan directamente a la economía, cada vez con menos recursos para importar alimentos y medicinas. Tampoco puede contratar el mantenimiento del sistema eléctrico, entre otros. Las decisiones no solo cobijan a la estatal petrolera PDVSA. A comienzos de año alcanzaron también a Citgo, la filial de PDVSA en Estados Unidos. Citgo Petroleum Corporation es el activo venezolano más importante fuera del país, dedicado a la venta de gasolina, lubricantes y petroquímicos. Puede leer:Migración venezolana: ¿cuánto vale la atención en salud? Citgo sigue operando pero las ganancias son consignadas en una cuenta bloqueada al gobierno venezolano. En 2017, esta empresa tenía cerca de US$500 millones en efectivo.Venezuela no puede disponer de estas ganancias. El presidente interino Juan Guaidó espera tomar el control de la compañía. En Venezuela los decretos de la Casa Blanca amplifican la crisis y empeoran la escasez. Como explicó Luis Vicente León, presidente de la firma encuestadora venezolana Datanálisis, “es absurdo pensar que las sanciones no tienen ningún impacto sobre el país, sobre su economía o sobre la gente, porque al final esto no es una bala que solo mata enemigos”. El Centro de Investigación Económica y Política concluyó que “la mayor parte del impacto de estas sanciones no ha recaído en el gobierno, sino en la población civil”. Afirma que hay una relación entre las sanciones y la malnutrición de los venezolanos, así como con el aumento de las enfermedades y la mortalidad y, en general, con el “empeoramiento de la depresión económica y la hiperinflación”. Por su parte, el Centro de Investigación y Formación Obrera de Venezuela separa las causas de la crisis de Venezuela, originadas en los más de 20 años de la Revolución Bolivariana, de las consecuencias de las sanciones. La investigación señaló que “el real efecto de las vigorosas sanciones apenas está tomando su rostro, con efectos considerables, pero lejos de ser la causa de la catastrófica crisis económica”.
Foto: La escasez de alimentos y medicinas es una de las principales causas para incrementar la migración de venezolanos hacia otros países. Cada nueva medida genera el mismo debate: las consecuencias que pagan los venezolanos. Trump y Maduro se refieren a las sanciones como la única forma de ayudar a los venezolanos o como la causa de la catástrofe económica del país, respectivamente. “El gobierno venezolano está utilizando de forma discursiva las sanciones para justificar la situación en la que se encuentra Venezuela”, dijo Ronal Rodríguez, investigador del Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario. Para el internacionalista, los venezolanos empezaron a sentir más fuertes esas medidas en las pasadas semanas y explica que van a agudizar la crisis estructural que viven. ¿Cuál salida? A lo largo de la historia, las sanciones no han resuelto los problemas causados por los regímenes dictatoriales o totalitarios. En este caso no deberían verse como solución a la crisis sino como un instrumento para propiciar un diálogo entre el oficialismo y la oposición. “Si la oposición entiende las sanciones como un mecanismo de presión para la negociación política, y no para sacar al gobierno, serían la energía que impulse una negociación”, dijo León. Si la oposición sigue promoviendo sanciones pero rechaza las negociaciones, el país estaría en el peor escenario: asistiendo a la destrucción económica y con Maduro atornillado al poder. Puede leer: Se desplomaron importaciones en Venezuela Estas medidas pueden alentar la migración, dada la escasez. Según la encuesta del Proyecto Migración Venezuela, la falta de alimentos, la necesidad de buscar recursos y la inseguridad fueron las principales razones de los consultados para emigrar. Con Trump en la Casa Blanca, todo indica que el futuro cercano de Venezuela será de sanciones más estrictas.