El esquema de autorregulación es fundamental en muchos mercados de valores –incluidos los más grandes, como el de Estados Unidos– en aras de proteger la confianza de los inversionistas y generar un marco de transparencia. La autorregulación determina unas reglas del juego y una institucionalidad capaz de sancionar las malas prácticas de algún actor. El esquema funciona en Colombia desde 2006 por medio del Autorregulador del Mercado de Valores (AMV). Ahora, Ustáriz & Abogados, firma especializada en temas jurídicos financieros y del mercado de valores, analizó los datos que han arrojado las resoluciones del tribunal disciplinario del AMV y sacó algunas conclusiones acerca de los resultados y la eficacia del esquema autorregulador. El tema es sensible, pues hay varios casos, bastante emblemáticos, de irregularidades en el mercado colombiano: Interbolsa, Proyectar Valores y otras firmas se han llevado toda la atención de las autoridades, pues han golpeado la confianza de los inversionistas. Según Luis Humberto Ustáriz, tuvieron en cuenta las 195 resoluciones del tribunal en primera instancia y las 152 en segunda instancia expedidas desde 2006 hasta la fecha. La base de datos no incluye los Acuerdos de Terminación Anticipada (ATA). El estudio destaca entre sus conclusiones una diferencia enorme entre las multas y las expulsiones decretadas en primera instancia versus las confirmadas en segunda instancia.

“Del total de resoluciones de primera instancia (195), 84 corresponden a modificaciones y revocatorias. Eso es algo grave, porque muestra que algo pasa entre la primera instancia y la segunda que lleva a que se presente esta circunstancia”, comentó Ustáriz. El estudio también revela que en total el AMV decidió multar a actores del mercado por un total de $13.764 millones, mientras que en segunda instancia este monto se redujo a $10.310 millones. El experto aseguró que los principales escándalos, como el de Interbolsa, tuvieron valores billonarios. Y que tal vez por ello ese nivel de multas puede parecer muy bajo, frente al costo para el mercado y los inversionistas afectados. Según Ustáriz, los casos más representativos de los últimos 13 años han recibido las siguientes sanciones: para Interbolsa, las multas alcanzaron $802 millones, en segunda instancia; Intervalores, $633 millones; Global Securities, $334 millones; Proyectar Valores, $634 millones y Asvalores, $566 millones. El informe establece que entre las personas naturales que han incurrido en irregularidades y han sido sancionadas aparecen asesores (34%) y, en una tendencia preocupante, miembros de juntas directivas (21%). Esto muestra que cuando se trata de birlar las normas, es posible que haya gente de la base, así como altos directivos involucrados. Ustáriz considera que el revelador estudio puede servir de insumo para analizar el rol del autorregulador. Sobre todo ahora que está en discusión una reforma al marco legal y regulatorio del mercado de valores colombiano.

Explicó que eso querían con este trabajo que mezcla tecnología y bases de datos para sacar conclusiones. El foco del AMV El director del AMV, Michel Janna, fijó su posición frente a los resultados del estudio. Enfatizó en que el autorregulador complementa la acción disciplinaria de la Superfinanciera. “La Superfinanciera está concentrada en los casos sistémicos”, dijo Janna, y señaló que el autorregulador se concentra en los demás casos. Según él, la justicia ordinaria también tiene potestad sobre el mercado de valores en las situaciones que involucran responsabilidad penal. El sistema penal ha sacado 10 decisiones en el caso de irregularidades en el mercado de valores. Para Janna, esto muestra que tanto la Superfinanciera como el AMV están haciendo la tarea, porque ya han sacado 50 decisiones de expulsión del mercado de valores, la máxima sanción. A esto se suma, según Janna, que el AMV sanciona en promedio 280 días antes de que lo hace la Superfinanciera, porque el sistema de autorregulador no tiene que adherirse a la rigidez de las entidades públicas.

Aun así, Janna reconoce que están considerando hacer ajustes al esquema del AMV en tres frentes. Primero, robustecer la coordinación con las autoridades, para lograr un mayor intercambio de información y coordinación de reuniones y comités. En segunda instancia, que el AMV cambie su mirada: "Hoy ponemos el foco en las normas del mercado de valores –leyes, decretos, resoluciones, circulares, reglamentos y cartas circulares–. Queremos concentrarnos más en analizar las conductas de mercado”, comentó Janna. Para él, el AMV tiene una de sus fortalezas en su experticia para monitorear en tiempo real las operaciones. La meta es lograr más eficacia y eficiencia al investigar conductas irregulares. Finalmente, están planteando extender el ámbito de la autorregulación a nuevos actores, para evitar arbitrajes regulatorios. La ventaja: todas estas transformaciones se podrían hacer vía decreto. La disciplina del mercado de valores es fundamental para la salud de una economía. Tanto el estudio de la firma Ustáriz Abogados como las reformas planteadas para el AMV son claves para profundizar la industria de capitales en el país. Se trata de un tema de mucho valor.