De acuerdo con la Dian, el sistema en el que se va a habilitar el registro de la factura electrónica de venta como título valor (que se llamará Radian), permitirá la consulta, circulación y trazabilidad de facturas electrónicas de venta como título valor, así como los eventos que se asocian a las mismas, por parte de los usuarios del Radian. La Dirección de Gestión de Ingresos de Unidad Administrativa Especial de la Dian será la dependencia competente para administrar el Radian, atendiendo las condiciones, términos, mecanismos técnicos y tecnológico necesarios para garantizar su operatividad. Lea también: Así sería la reforma al mercado de capitales que presentará el Gobierno “El Radian estará compuesto por la factura electrónica de venta como título valor y los eventos que se asocian a ella, así como los usuarios del mismo y las funcionalidades para el cumplimiento de la habilitación, generación, transmisión, validación, entrega y registro de dichos eventos”, dice el proyecto de la Dian.
Para registrar las facturas electrónicas en el Radian con el fin de poder ser comercializadas, estas deben cumplir con ciertos requisitos como la fecha de vencimiento de la factura electrónica de venta, el acuse de recibo de la misma, el recibo del bien o prestación del servicio y la aceptación expresa o reclamo de la factura. “Una vez cumplidos y validados los requisitos y eventos necesarios, el emisor o facturador electrónico manifestará la voluntad para poner en circulación en el Radian la factura electrónica de venta como título valor”, explicó la entidad. Lea también: Analistas esperan valorización del Colcap en los próximos tres meses Esta iniciativa hace parte del proceso de modernización de la Dian que viene adelantando desde hace un par de meses y cuyo costo se estima en US$500 millones. Para ayudar en la modernización, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) hará un préstamo por US$250 millones. El crédito del BID se llevará a cabo a través de la facilidad de financiamiento flexible y tiene un plazo de amortización de nueve años, un periodo de gracia de cinco años y medio, y una tasa de interés basada en Libor.