“Estas intervenciones podrían ampliar el plazo necesario para que los bancos pequeños, medianos y las instituciones financieras no bancarias de sectores especializados se recuperen de las consecuencias económicas de la pandemia”, dijo Fitch. Y agregó que no es probable que las políticas intervencionistas ejerzan presión sobre las calificaciones crediticias de los grandes bancos que se benefician de carteras de escala y diversificadas en el corto plazo.  Lea también: El sistema financiero requiere productos nuevos y especializados Sin embargo, la calificadora considera que las políticas poco ortodoxas y populistas como limitar las tasas de interés en productos como préstamos de consumo o de microfinanzas, reducir las tarifas, exigir prórrogas del plazo de los préstamos e implementar la legislación sobre divisas pueden traer consecuencias negativas para los sistemas financieros de la región. “Las autoridades han utilizado cada vez más estas políticas para apoyar a los deudores y promover la expansión del crédito para responder a la severa contracción económica de la región”, dijo Fitch. Y reiteró que los préstamos obligatorios a sectores seleccionados podrían resultar en mayores riesgos para los bancos y en un menor apetito de las  instituciones financieras no bancarias para extender crédito a segmentos más riesgosos. La intervención también podría causar presiones adicionales sobre la calidad de los activos, menor crecimiento del crédito impulsado por una menor disponibilidad de crédito, menores incentivos para la competencia, menor confianza de los inversores y menor rentabilidad.  Lea también: Utilidades de los bancos llegaron a $5,3 billones en octubre “La reducción del acceso al crédito para los prestatarios de mayor riesgo podría profundizar aún más las consecuencias económicas de la crisis y ser contraria a los objetivos de inclusión financiera de los gobiernos”, dijo la calificadora.  Fitch también dijo que por culpa del intervencionismo los riesgos operativos y de reputación para los sistemas financieros latinoamericanos han aumentado. “Los segmentos más riesgosos a los que sirven las finanzas latinoamericanas podrían volverse menos atractivos si no se pueden cobrar tasas de interés y tarifas adecuadas para compensar el mayor nivel de riesgo crediticio”, concluyó.