El gerente general de Unión Para la Infraestructura (la alianza entre Sura Investment Management y Credicorp Capital), Mario Dib, le dijo a Dinero que este Fondo 2, concentrado en deuda, busca obtener entre $1,5 billones y $2 billones para participar en cinco o seis proyectos de 4G y 5G. Y es que según lo expuesto por la vicepresidenta de la República, Martha Lucía Ramírez, en el Congreso Nacional de Infraestructura, el total de proyectos 5G a financiar en el país asciende a los $78 billones en total, por lo que hay muchísimas oportunidades y proyectos para financiar. Si bien el fondo aún no ha cerrado, ya se encuentra en la etapa final del proceso con miras a lograr un primer cierre en el primer trimestre del 2021. Según lo expresado por Dib, el foco de inversionistas está concentrado únicamente en Colombia y está muy dirigido a aseguradoras y fondos de pensiones y muy en particular aseguradoras de vida. “El foco de los inversionistas ha sido decir ‘ponemos nuestros recursos en el mejor uso posible para ayudar a que Colombia tenga una mejor infraestructura y una reactivación económica‘", explicó Dib. Este fondo, que tiene una duración de 25 años, podría otorgarle créditos a las concesiones hasta de $450.000 millones y espera cerrar el 2021 con uno o dos proyectos ya financiados, según lo expresado. Hay que recordar que el pasado 2 de septiembre, James Loveday, head of Asset Management de Credicorp, le había revelado a Dinero que saldría junto con Sura con un nuevo fondo de infraestructura en el primer trimestre de 2020. Esta es la continuación de un proceso que comenzó hace cinco años con el lanzamiento del primer fondo por $1,4 billones que ya se desembolsaron por completo y se dirigieron a cinco proyectos 4G: Pacífico 2; Pacífico 3; Bogotá - Villavicencio con la segunda calzada del tercer tercio; Neiva - Girardot y Bucaramanga - Barrancabermeja - Yondó. Le puede interesar: FDN y el Reino Unido crearon vehículo de preinversión para infraestructura Infraestructura en Colombia Para Dib, la infraestructura tiene un papel vital en la reactivación del país, pues el único sector tan importante como este es el sector de edificaciones y vivienda, dado que es un sector que jalona a muchos otros sectores, genera empleo, mueve muchas cadenas productivas y se distribuye alrededor del todo el país.  Esas características tienen una ventaja particular y es que además de ayudar a este proceso de reactivación, dejan al país con un activo que lo hace más productivo y más eficiente.  “Una región que es beneficiaria de un proyecto de infraestructura no solamente tiene un impacto en empleo y en las cadenas productivas asociadas, sino que le queda un bien que le dura 50, 80, 100 años, que ayuda a que esa región sea más competitiva más adelante”, explicó. En cuanto a los aeropuertos, para Dib el país ya estaba viendo colapsar algunas estructuras, por lo que el respiro que dio la covid-19 sobre los viajes es la oportunidad perfecta para desarrollar la infraestructura con la que se atenderá el crecimiento de pasajeros en los próximos 30 años.  “Bogotá, la costa [Caribe], el suroccidente necesitan expansiones, entonces ese convencimiento nos dice que el tráfico y las condiciones van a volver y que cuando esto pase es clave que los usuarios tengan estructuras aptas para sostener el crecimiento de los próximos 30 años”, concluyó. Le puede interesar: El papel de la FDN en la reactivación