Un estudio coordinado por Econcept y elaborado por el exministro de Hacienda, Juan Carlos Echeverry, Mauricio Santa María y Tomás González, ratificó el enorme potencial que tiene la industria del cannabis medicinal en Colombia. Según este reporte, el mundo está avanzando en un proceso de legalización para el uso de esta planta en todo tipo de aplicaciones, desde industriales hasta medicinales, terapéuticas y hasta recreativas. El caso de Colombia es especial debido a que, tomado cierta delantera en América Latina, tanto en regulación como en inversión por parte de varias compañías que ya cuentan con cultivos y plantas de producción de aceites. La investigación proyectó un crecimiento acelerado en el tamaño del mercado mundial de cannabis. De unos US$12.000 millones este año a US$55.800 millones en 2025, con un escenario optimista de US$166.000 millones.
“Es necesario aumentar y diversificar las exportaciones; el cannabis representa una oportunidad para esto”, es una de las conclusiones de este informe. Los autores indican también que los productos agrícolas representan apenas el 16% de las exportaciones en Colombia y que por eso hay mucho espacio para crecer. Sin embargo, hay que recordar que esta naciente industria del cannabis se debe plantear como una actividad farmacéutica y no solo agroindustrial, en la medida que el valor agregado y las rentabilidades son muy superiores si se producen y exportan productos terminados y no solo aceite (materia prima).
Lo que sí puede aprovechar Colombia desde ya es su conocimiento con la producción y exportación de flores. Colombia- dice el estudio- tiene el 16% (2017) del mercado mundial de estos productos, razón de peso para seguir apostando por el cultivo y procesamiento del aceite que se extrae de la flor de cannabis. De hecho, varios floricultores del país, como en el caso de Antioquia, han decidido incursionar en el cultivo y procesamiento de cannabis. El área cultivada de cannabis medicinal (legal) estaría en unas 7.358 hectáreas, distribuidas en varias regiones del país. El área de flores ornamentales es de unas 7.700 hectáreas. Esa es una de las razones por las cuales el estudio concluye que el cannabis podría generar más empleos que la floricultura, una media de 21 mil puestos de trabajo. El recaudo de impuesto se proyecta en un billón de pesos y las exportaciones, en un momento maduro de la industria, podría representar unos US$17.700 millones. "Con este producto estimamos que las exportaciones oscilarían entre US$2.300 y US$17.700 millones dependiendo del percentil de la distribución de resultados que se analice” explicó Juan Carlos Echeverry, quien destacó el éxito exportador del producto. Pero al margen de las proyecciones optimistas, porque todo lo aguanta el papel, los autores llaman la atención en algunos asuntos que es necesario corregir, como el caso de la regulación, la expedición de licencias y permisos y la seguridad jurídica. El ex ministro Echeverry recalcó además el altísimo impacto en el empleo rural que tendría el desarrollo de esta industria, dado que se trata de un cultivo intensivo que requiere de 10 a 17 personas por hectárea y que tendrían todas sus prestaciones sociales de ley: “En un escenario optimista, el número de empleos generados por la actividad de producción de cannabis medicinal se acercaría al que genera toda la industria de fabricación de plásticos o el de la producción de hortalizas y legumbres y podríamos hablar hasta de 100 mil nuevos empleos”, dijo.