Apoyar a la industria colombiana, comprando y consumiendo productos nacionales, contribuirá a la reactivación económica del país y a su vez protegerá cientos de miles de puestos de trabajo directos e indirectos. La Federación Nacional de Cultivadores de Palma de Aceite (Fedepalma), que agremia a los palmicultores en Colombia, es consciente de esta realidad. Por eso, recientemente lanzó una campaña en la que invita a comprar aceite de palma, un producto natural, que se extrae directamente del fruto y es cultivado por nuestros campesinos.“En estos momentos en que la pandemia deja en una profunda crisis a muchos colombianos, volver a mirar lo nuestro es fundamental”, asegura Jens Mesa Dishington, Presidente Ejecutivo de Fedepalma. Como parte de esta apuesta por fomentar la colombianidad, la Federación también lanzó un sello distintivo que hará parte de las etiquetas de más de 20 marcas de aceite de palma y que hacen referencia al origen de este producto infaltable en la cocina y cuya producción no se ha detenido a pesar de la crisis actual.Comprometidos con la seguridad alimentaria del país, los palmicultores han continuado con sus labores diarias para garantizar el abastecimiento de los mercados y las centrales de abasto, y la fabricación de jabones en barra y algunos detergentes en polvo, que utilizan el aceite de palma como materia prima y que son productos imprescindibles en medio de la emergencia sanitaria.Desde la declaración de la pandemia, el mensaje de Jens Mesa Dishington a los miebros del sector, generador de 185.000 empleos directos e indirectos, ha sido claro: velar por proteger la salud de los colaboradores de la Federación y de todos los que los rodean, y preservar los puestos de trabajo y el ingreso de los trabajadores rurales que hoy, más que nunca, necesitan el apoyo de la agroindustria. Adicionalmente, Fedepalma ha liderado la Estrategia de Solidaridad Palmera, que a través de sus diversos componentes, suma alrededor de 3.700 millones de pesos, destinados al bienestar y la protección de las comunidades más vulnerables de las zonas palmeras. Dichos componentes son: la cuenta especial Fondo de Solidaridad Palmero, que ya ha reunido más de 341 millones de pesos; la donación institucional de aceite que supera el medio millón de litros y las donaciones directas de los productores en la zonas palmeras.InfaltableLos aceites vegetales ocupan el segundo nivel de importancia en la canasta básica alimentaria. Dentro de este grupo de aceites, el de palma lidera la producción y el consumo, con una representación del 36 por ciento del mercado en solo el 10 por ciento de la tierra cultivada para aceites vegetales. Esto obedece a que es costo eficiente: requiere una menor demanda energética para producir la misma cantidad de aceite que los otros y requiere menor uso de tierra. Además, ofrece variedad de usos alimenticios, no tiene grasas trans, su extracción es mecánica (no requiere químicos) y, por lo tanto, es más amigable con el planeta.Lea también: La apuesta de Nescafé para hacer sostenible el sector caficultor colombiano