A pocos menores les interesa enviarles cartas a presidentes, es más, muchos ni siquiera saben quienes gobiernan los otros países. Hace 74 años, un niño que revolucionó todo un país ya se inquietaba por esos temas. En 1940 el entonces niño Fidel Castro rompió todo tipo de barreras y le envió una misiva al presidente estadounidense del momento, Franklin Delano Roosevelt. Durante los 12 años que Roosevelt estuvo en el poder (1933- 1945), recibió miles de cartas en donde sus ciudadanos y personas de otros países le deseaban suerte, especialmente durante la Segunda Guerra Mundial. Parece ilusorio pensar que Fidel Castro fue una de esas personas, pues sus ideales socialistas chocan con el capitalismo del país norteamericano. El objetivo de Roosevelt de hacer de Estados Unidos un “arsenal de la democracia”, parece que cautivó entonces a Castro. Gracias a que todas las cartas que reciben los mandatarios son guardadas en las bibliotecas presidenciales o en el Archivo Nacional de los Estados Unidos, pudo comprobarse que el futuro líder revolucionario con tan sólo 14 años -aunque firmó 12 años en la carta- fue uno de los cientos de niños que le escribió al entonces presidente de Norteamérica para mostrarle su apoyo. Con un inglés básico y una redacción infantil, Fidel Castro le pidió al Presidente Roosevelt que le obsequie un billete de 10 dólares, pues no había tenido uno en sus manos. Además, le ofrece ayuda para el sector industrial. Esta es la carta traducida al español: "Santiago de Cuba 6 de Noviembre de 1940 Señor Franklin Roosevelt, Presidente de los Estados Unidos" "Mi buen amigo Roosevelt. No sé mucho inglés, pero lo suficiente para poder escribirle. Me gusta escuchar mucho la radio y estoy muy feliz de haber oído que usted va a seguir siendo Presidente..." "Yo tengo doce años, yo soy un chico pero yo pienso mucho...." "Si le parece bien, envíeme un billete verde estadounidense de diez dólares en la carta porque nunca vi un billete verde estadounidense de diez dólares y me gustaría tener uno". “Mi dirección es Colegio de Dolores Santiago de Cuba Oriente Cuba." "Y si quiere hierro para hacer sus barcos yo le puedo enseñar donde están las minas de hierro más grande de la tierra. Están aquí en Mayarí, Oriente, Cuba." Después de décadas, Castro siguió con sus trazos y envió cartas que se hicieron famosas a otros presidentes. En Julio del 2010, le pidió a Mandela a través de una misiva que ejerciera su fuerza moral para mantener a Sudáfrica lejos de las bases militares de Estados Unidos y la Otan. Después de la muerte de Hugo Chavéz, también se manifestó y en una carta publicada en medios de comunicación, lamentó la muerte del mejor amigo que tuvo el pueblo cubano, "ni siquiera él mismo sospechaba cuán grande era", concluyó.