Medellín sigue buscando a todos sus muertos. En la noche del martes cientos de personas, víctimas del paramilitarismo, marcharon y se congregaron en la cancha de fútbol Eduardo Santos (Comuna 13), al occidente de Medellín para recordar a sus familiares que aún siguen desaparecidos y exigirle al Estado la exhumación de los cuerpos que están enterrados bajo sus propios barrios, en los sectores conocidos como la Arenera y la Escombrera. Para apoyar a las víctimas de estos barrios de Medellín, el Comité de Ética Internacional de la Verdad - creado en el 2006 por un grupo de personalidades extranjeras que busca acompañar a los movimientos de víctimas del conflicto armado en Colombia- también hizo presencia en la chancha de Fútbol el martes en la noche. Prendieron velas en memoria de los desaparecidos, relataron los horrores de sus países y escucharon privadamente a varias de las personas que aún no encuentran a sus familiares. Entre la delegación se destacaron Mirta Baravalle, madre de la Plaza de Mayo de la Línea Fundadora de Argentina; Libertad Sánchez Gil, portavoz de la Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica en Mérida y Comarca de España; Tica Font i Gregori, vicepresidenta de la Comisión Episcopal, Comisión General de España de Justicia y Paz, presidenta de la federación de ONGs de Paz en España y destacada activista de Derechos Humanos y Mary Bricker-Jenkins de los Estados Unidos. Casi todos los asistentes eran vecinos de los diferentes barrios de la Comuna 13 que desde hace dos décadas han tenido que aguantar la guerra en medio de sus calles y aceras. Tal vez el momento más recordado es el de la “Operación Orión”, un intento militar del Estado para ganar legitimidad en un sector abandonado durante veinte años, y que había sido copado por grupos paramilitares y milicias de la guerrilla que protagonizaban a diario crueles ataques. La operación es recordada no sólo por las espectaculares escenas de película que se vieron por televisión con helicópteros Black Hawk sobrevolando los tejados de las casas sino por las denuncias posteriores de cientos de víctimas que afirman que el Ejército actuó en connivencia con los grupos paramilitares de la zona. Además, algunos relatos de ex paramilitares en versiones libres antes la Fiscalía dan cuenta de que en la Escombrera (parte alta del barrio El Salado) se asesinaron, descuartizaron y enterraron decenas de personas que fueron sacadas a la fuerza de sus casas o retenidas en las calles por hombres de los bloques Metro de las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá (Accu) Cacique Nutibara, Magdalena Medio y Héroes de Granada de las Autodefensas Unidas de Colombia (Auc) que operaron allí. Aunque esta es la primera visita del Comité de Ética a la Comuna 13, éste ya ha recorrido diferentes zonas del país con los mismos problemas y cicatrices que encontraron en Medellín. Es decir, lugares donde se hayan cometido crímenes de lesa humanidad y con fosas comunes. El propósito, dicen sus miembros, es que las víctimas se sientan acompañadas, que sepan que no están solas y que Colombia no es el único país con viudas o huérfanos o desaparecidos. De este comité también hacen parte reconocidas personalidades como Adolfo Pérez Esquivel, premio Nóbel de Paz en 1980; Francois Hourtard, confundador del Foro Social Mundial y Steven Natahn Haymes, profesor asociado de filosofía de educación y estudios culturales en la Universidad DePaul de Chicago. En estas últimas dos semanas el Comité ha hecho presencia en las comunidades de Curvaradó (Chocó), Ovejas (sucre), Puerto Asís (Putumayo) y San Isidro. En todos esos lugares han recolectado testimonios y prendas que los familiares han encontrado de sus desaparecidos para llevarlos a uno de los museos de la memoria que existen en España, Chile o Francia. Igualmente presentaran un informe en Colombia con todas las conclusiones de sus correrías. Una de esas conclusiones es la creación en Medellín del monumento Símbolo Nacional de los Desaparecidos, en el sector de la Escombrera, donde se presume que hay más de cien personas enterradas. “Esa más que una conclusión es una propuesta nuestra. Estos barrios de Medellín representan ese dolor que miles de colombianos tienen por sus seres que no aparecen” le dijo a Semana.com Tica Font, vicepresidenta de la Comisión General de España de Justicia y Paz. Incluso, agregó que esa zona debería aparecer en las guías turísticas de la ciudad como sucede con los símbolos de las guerras en tantos otros países. Este jueves a las seis de la tarde en la Casa Kolpin, del barrio Teusaquillo de Bogotá, los miembros de la Comisión Ética además de plantear esta propuesta darán un informe preliminar de su experiencia en Colombia. Harán énfasis en una zona que a todos los miembros del Comité ha sorprendido por la dura y preocupante situación de sus habitantes: Curvaradó. “Creemos que es urgente la acción de todos los colombianos en esa región. Allí no hay garantías necesarias por parte del Estado colombiano para acceder a la verdad, la justicia y la reparación” dijo Libertad Sánchez portavoz de la Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica en Mérida y Comarca de España. Este fin de semana, Libertad y el resto del Comité partirán para sus respectivos países a contar lo que vieron en su recorrido por Colombia. Planearan, también, su próxima visita en el primer semestre de 2009 y esperan, que para esa época, su propuesta para la creación del Símbolo Nacional de los Desaparecidos en la Comuna 13 de Medellín haya tenido acogida y de idea pase a ser una realidad.