Además de ser considerado un órgano inútil, del apéndice se sabe poco. Por el contrario, es un problema pues cuando se inflama causa la famosa apendicitis, una condición que amerita cirugía para extirparlo. Muchos no tienen problemas de vivir sin apéndice. Pero un reciente estudio de la Universidad de Midwestern, en Estados Unidos, salió en defensa de su importancia en el organismo y descubrió que juega un destacado papel en el sistema inmunológico. Para probarlo, la profesora Heather Smith analizó la presencia o ausencia del apéndice en 533 diferentes mamíferos y descubrió que aquellos animales que contaban con el órgano tenían una mayor concentración en el intestino de tejido linfático, un grupo de células encargadas de combatir una infección. Esto “es una garantía de protección del organismo y también puede estimular el crecimiento de bacterias positivas”, explicó Smith. Puede ver: Mujeres sin apéndice son más fértiles Ya antes se había estudiado el papel del apéndice en el organismo y se había podido establecer que este alberga bacterias indispensables para el correcto funcionamiento de la flora intestinal. Siguiendo con esa idea, el equipo de Smith demostró que el órgano sirve como almacén de bacterias beneficiosas que son capaces de reiniciar el funcionamiento del intestino después de que se ve atacado por una infección, como la colitis, que produce fiebre, diarrea y dolor. A su vez, Smith aclaró que la ausencia del apéndice no significa un riesgo ni representa mayor cambio en el funcionamiento del organismo. Simplemente, esta evidencia podría suponer que a quienes les fue extirpado tendrían un proceso “un poco más largo para recuperarse de enfermedades, especialmente aquellas en las que las bacterias intestinales beneficiosas han sido expulsadas del cuerpo”. Le recomendamos: El sorprendente número de nuestros órganos que son prescindibles La suposición de que el apéndice es un órgano inútil surgió porque sin tener muy claro su funcionamiento, se dijo que era un rezago de la evolución. El homo sapiens primitivo lo usaba para poder procesar los vegetales, pero con el paso de los años esa función se fue haciendo innecesaria y quedó como una parte del cuerpo sin mayor actividad. En el estudio, Smith también observó que el apéndice evolucionó de manera independiente en 30 de los 533 mamíferos que analizó y que este raramente desapareció de un linaje, lo que sugiere que permaneció por alguna razón y tiene un “proceso adaptativo”, dijo la investigadora. El apéndice es una bolsa en forma de tubo de unos ocho centímetros que está unido al intestino grueso, en la parte inferior derecha del abdomen. “Es común que se inflame debido a un bloqueo ocasionado por un cuerpo extraño o por materia fecal”, explica la médica Melisa Montoya. Cuando esto ocurre se llama apendicitis, una afección que causa una serie de síntomas dolorosos en el vientre, así como fiebre, vómito, diarrea o estreñimiento. Puede leer: ¿Es posible curar la apendicitis sin cirugía? “El tratamiento para esta enfermedad es una cirugía de manera urgente para extirparlo”, dice Montoya. Cuando la enfermedad evoluciona puede causar peritonitis, una afección delicada que podría conducir a la muerte.