Los pies resisten todo el peso del cuerpo y están en constante actividad durante el día. Bien sea que se este de pie, en movimiento o incluso sentado, esta parte del cuerpo realiza un esfuerzo considerable que solo puede ser contrarrestado con un buen calzado. Por este motivo, más que un accesorio, los zapatos son una prenda importante para la salud. Privilegiar la moda antes que la comodidad del pie puede ocasionar lumbalgias y enfermedades articulares degenerativas en el tobillo, la rodilla y la cadera a mediano y largo plazo. Aunque en Colombia no existen estadísticas acerca de las enfermedades que provocan un calzado inadecuando, la Asociación Española de Medicina y Cirugía de Pie y Tobillo afirma que el 40% de la población sufre patologías podológicas y que el 85% de los afectados son mujeres. ¿Cómo elegir correctamente el calzado? Para cuidar la salud de sus pies el médico podólogo Abel Ignacio Angée Torres, especialista de la Universidad del Norte, Barranquilla,  aconseja: -La talla no es lo importante. Dependiendo de la horma del zapato, que varía según el modelo o la marca, la talla puede ser diferente. Más que un número específico, lo importante es que se sienta cómodo y a gusto al medirse el zapato. El pie no se debe adaptar al zapato, sino al contrario. Es preferible comprar los zapatos en las horas de la noche cuando los pies están algo hinchados por el trajín del día y la normal retención de líquidos. Así se asegura que el pie no va a quedar justo en ninguna hora del día. -Camine los zapatos. Así sabrá si son cómodos. No esfuerce el pie a estar en zapatos pequeños o apretados o de lo contrario pueden aparecer enfermedades como los juanetes o callosidades. El tacón adecuado para los zapatos de las mujeres debe estar entre cuatro y cinco centrímetros. Pasarse de este margen puede generar problemas de salud no sólo en los pies, sino también en la rodilla y estimular la aparición de las venas varices. Asegúrese de que los zapatos se ajusten perfectamente a su talón y que los dedos del pie no queden justos. Los zapatos de punta estrecha son contraproducentes. -La calidad es importante. Busque zapatos de suela flexible y con un grosor aproximado de dos centímetros. Una suela muy gruesa puede generar problemas en la pisada, mientras una muy delgada no permite que haya un soporte adecuado que proteja el pie ni el resto del cuerpo. La fatiga es el resultado más incomodo, pero menos grave de un mal calzado. En ese caso es necesario que ponga los pies en alto para que reposen y la sangre circule con facilidad. Si usted ya presenta anomalías en su pie, aún cuando no sean dolorosas, es mejor acudir al especialista.