El lunes 10 de octubre un comando antinarcóticos de la Dirección Central de Policía Judicial (Dijín) llegó hasta una reserva forestal cerca de La Mesa, Cundinamarca. En el lugar, a menos de una hora de Bogotá y considerado como un santuario ecológico, estaba camuflado un complejo compuesto por cuatro laboratorios que semanalmente producían 500 kilos de cocaína. Todo ello en una zona de control del paramilitar Carlos Hernán Hernández Giraldo, alias 'Pájaro'. Al examinar el sitio, las autoridades descubrieron que no se trataba de un simple laboratorio más. El complejo era un lugar de procesamiento y almacenamiento de droga de 16 diferentes grupos de narcotraficantes. La coca que allí se encontró pertenecía a varios narcos del norte del Valle del Cauca, entre ellos Diego León Montoya, alias 'don Diego'; traficantes de los Llanos, Eje Cafetero y varias estructuras paramilitares. Aparte de las investigaciones y labores de inteligencia, las autoridades antinarcóticos pudieron establecer con certeza quiénes eran los narcotraficantes que utilizaban el complejo. Esto fue posible porque encontraron 16 logotipos y sellos con los que la droga era marcada. Desde hace varios años, los organismos encargados de combatir el narcotráfico han detectado que los logotipos o sellos que están dentro de los bloques de cocaína se han convertido en la marca de la mafia. Al igual que los ganaderos cuando marcan sus reses con un hierro ardiente para señalar a quién pertenecen, los narcos acuden a una estrategia similar para identificar al propietario del cargamento, el laboratorio donde fue procesada la droga y el destinatario del alijo. "Los sellos, logos o calcomanías que van en la droga son una especie de huella dactilar. Cuando se hace el envío de un gran cargamento, la droga generalmente no es de un solo capo. Varios narcos se unen para disminuir costos, entre otras razones. Como la droga es de diferente calidad, procedencia o destino, cada uno de los narcotraficantes marca su droga para saber exactamente qué parte del cargamento le pertenece", explicó un oficial antinarcóticos. Hace casi 20 años, Henry Loaiza Ceballos fue el pionero en marcar la droga. Los alijos de coca que enviaba el capo tenían el sello de un alacrán, el cual era el alias con el que era conocido en el mundo del narcotráfico. "Hay grandes capos que tienen sus propios laboratorios y allí tienen uno o varios logos para identificarse o identificar el sitio en donde se produjo la droga. Hay otros laboratorios, como el descubierto en La Mesa, que se encargan de producir o almacenar droga para diferentes personas, por lo que en estos sitios tienen diferentes sellos, logos o calcomanías, para identificar a quién pertenece la droga" dijo el oficial a SEMANA. Aunque el complejo de La Mesa ha sido el más reciente caso en donde quedó al descubierto la estrategia de marcar la coca, la realidad es que esa práctica cada vez es más generalizada. Hace tres meses, la Dijín y la Armada descubrieron 16 toneladas de cocaína en un laboratorio cerca de Tumaco, Nariño. Las marcas permitieron determinar que el gigantesco alijo pertenecía a 10 grupos y narcos diferentes. Entre los sellos encontrados en los paquetes, varios estaban marcados con las letras 'R' y 'W', la cual es conocida como una de las marcas de Wenceslao Caicedo, alias 'W', uno de los narcos más poderosos de Nariño, quien fue capturado hace cuatro meses en Ecuador. Otras de las panelas de droga tenían la calcomanía de Batman el cual, según las autoridades, es una de las marcas distintivas de Carlos Mario Jiménez, alias 'Macaco', comandante del Bloque Central Bolívar (BCB). Otra de las marcas halladas era un corazón con la letra 'T'. Ese es el sello distintivo de Sandra Ávila, una mexicana conocida en el mundo de las drogas como la 'Reina del Pacífico'. También se encontró que parte del cargamento tenía la imagen de un tigre. Según las investigaciones, esa marca era la que identificaba el destinatario del alijo, que era Juan Diego Espinosa, alias 'Tigre', un narcotraficante colombiano que es el enlace entre las autodefensas y el cartel de Tijuana en México. La elección de logotipo o la marca que lleva la droga depende de varios factores. "Algunos se inclinan por sus alias, otros por las siglas de su nombre o el de sus familiares. Los números de tres dígitos y las letras son muy comunes y han sido encontrados en diferentes operativos, afirmó el oficial a SEMANA. En muchos casos, éstas son parte de números de la cédula del narco o fechas importantes para él. En otras ocasiones, son usados símbolos como figuras de animales, calcomanías de dibujos animados o los logos de marcas de vehículos", concluyó el investigador. Estos decomisos, en los que se han encontrado cargamentos de droga marcada, se han convertido en una importante herramienta para las autoridades. Diversas entidades antinarcóticos en todo el mundo han creado bases de datos en las que relacionan las marcas de la coca con los narcos. Estas marcas han permitido a las autoridades de países como España, Holanda, Gran Bretaña o Estados Unidos comenzar procesos judiciales, ya que los logos y los sellos han sido utilizados como pruebas contundentes al momento de enjuiciar a los narcotraficantes.