El retrato de una época The Great Gatsby (1925) cuenta la historia de Jay Gatsby, un misterioso y adinerado hombre que se muda a una casa vecina a la del narrador, Nick Carraway. Estos personajes entablan una amistad turbulenta, marcada por la energía de la década de los veinte (el alcohol, el jazz y las fiestas), que desemboca en una tragedia producto de un amor imposible entre Jay y Daisy Buchanan, la mujer de uno de los hombres más ricos y temidos de Long Island.  La novela gozó de poco reconocimiento por parte del público durante la época en la que Fitzgerald aún estaba vivo. En 1940, la mayoría de los ejemplares que se habían impreso permanecían sin vender en los estantes de las librerías nacionales. No obstante, la Segunda Guerra Mundial marcó un hito en la popularidad de la novela. Como fuente de entretenimiento para los soldados en el campo de batalla, un editor decidió regalar 22 millones de libros. Entre estos se encontraba el texto de Fitzgerald. La obra adquirió inmensa popularidad y tras la llegada de 1950 adornaba la vitrina de casi todas las librerías. Para 1960, la novela era considerada como la Gran Novela Americana.  La historia de Gatsby se convirtió en el símbolo del triunfo y la perpetua juventud durante una época que se encontraba afectada por la barbarie de la guerra, pero al mismo tiempo presentó el fatídico desenlace de una vida encaminada únicamente a la obtención de un deseo prohibido. A través de la representación de La era del jazz y sus protagonistas, el estadounidense entregó a los lectores una novela dinámica que presentaba un microcosmos de los años veinte, poblado de personajes excéntricos, pero reales, que habitaban los salones y ciudades de esos años.   “Un escritor fallido” Cuando Francis Scott Fitzgerald tenía 24 años era reconocido como uno de los mejores escritores estadounidenses de la generación. Su primera novela, This Side of Paradise (1920), inició una década denominada por el escritor como La era del jazz, época en la que desarrollo una enorme producción literaria a la par de una vida llena de excesos y vicios. Fitzgerald nació el 24 de septiembre de 1896 en St. Paul, Minnesota. Cuando tenía 13 años, publicó su primer texto, una historia de detectives, en el periódico de su colegio. Ese primer acercamiento al mundo de la literatura dio inicio a una carrera que siguió desarrollando durante sus años en la Universidad de Princeton, donde escribía guiones para musicales y notas satíricas. Durante la Primera Guerra Mundial, Fitzgerald fue expulsado de la universidad y se vio obligado a unirse al ejército, pero nunca participó de manera activa en el combate. En ese tiempo conoció a su esposa, Zelda Sayre, la “chica dorada” de la alta sociedad de Montgomery, Alabama, quien marcaría su vida y obra profundamente, y se convertiría en la fuente de inspiración para muchos de sus personajes femeninos. Una vez consagrada su carrera como escritor, el autor estadounidense se hundió en una turbulenta vida perjudicada por su alcoholismo y los problemas mentales de su mujer, que sufría de depresión y fue diagnosticada con esquizofrenia en 1930.

  Tras escribir 178 cuentos cortos, entre ellos The Curious Case of Benjamin Button (1921), y tres novelas, su fama empezó a menguar. Quebrado, frustrado y con su esposa internada en una institución mental, publicó, después de un largo bloqueo creativo, Tender Is the Night (1934), la cual no fue bien recibida por la crítica. Para escapar de sus aprietos financieros, Fitzgerald viajó a Hollywood a mediados de los años treinta para dedicarse a la escritura de guiones y revivir su carrera, pero su adicción al alcohol y etapas depresivas no permitieron que esto sucediera. A finales de los cuarenta, sufrió dos ataques cardiacos. Fitzgerald murió a los 44 años el 21 de diciembre de 1940, en la quiebra y considerándose a sí mismo como un fracaso literario.  Ocho años más tarde, su esposa Zelda fue una de las nueve víctimas que dejó un incendio en el centro de atención psiquiátrica donde estaba internada.