"Melania decidió que ella misma ordenaría las flores". Así empieza ‘The Arrangements’ (los arreglos), el homenaje que hace la escritora nigerianca Chimamanda Ngozi Adichie a Mrs. Dalloway de Virginia Woolf. La novela de la inglesa, publicada en 1925, habla de su sociedad tras la primera guerra mundial por medio de un día en la vida de Clarissa Dalloway, mientras ella prepara una comida en su casa (su primera oración es "La señora Dalloway dijo que ella misma compraría las flores"). El cuento de Adichie sobre Melania Trump usa un marco similar para explorar la candidatura de su esposo y las campañas presidenciales en EEUU.: la esposa de Trump está preparando una comida para celebrar el aniversario de sus padres. Adichie, autora de las novelas Americanah y Half of a Yellow Sun, aceptó una propuesta del New York Times Book Review para "escribir lo que quiera escribir sobre la temporada electoral actual". El Times explicó que el periodo de elecciones ha sido "más extraño que la ficción, así que buscamos que la ficción nos ayude a esclarecer un clima político tan confuso". Es la primera vez en su historia que encargan un texto. Un segundo trabajo, de otro escritor, estará disponible hacia noviembre.El texto de Adichie es una proposición fascinante: una mirada a Trump sin Trump. En vez de hacer una trillada sátira del empresario, escogió centrarse en una mujer crucial a su campaña, pero casi desconocid:  la ex-modelo eslovena (la tercera esposa del magnate) es una figura misteriosa por su estoico silencio delante de los medios. Adichie le da profundidad y protagonismo, un pasado y una angustia por el futuro.Como indica la primera línea del texto, es Melania quien decide. Es Melania quien navega su vida con Trump, quien organiza una cena en el apartamento que habitan, y negocia su relación con los hijos de su esposo mientras se aplica su maquillaje y tiene una sesión privada de Pilates. En una entrevista con el Times la autora que explica que la novela de Woolf "critica, pero a la vez es cómplice, de un tipo un privilegio de clase conservadora en Inglaterra, y me gusta pensar que está historia tiene ese mismo espíritu general”. Melania considera las maquinaciones políticas de la temporada electoral, y el efecto que pueden tener sobre su vida, mientras le da órdenes a un mayordomo sin nombre.La narración especulativa de la vida privada de una mujer pública ejemplariza la extraña interacción entre el arte y la política. Las personas son reales pero, a la vez, presentan una versión ficticia de sí mismos delante de las cámaras. Donald Trump es famoso, o notorio, por hacer justamente eso. Más que un hombre, es un personaje. “La ficción nos puede recordar, y con la mediática que puede ser la política necesitamos hacerlo, que las figuras políticas son en primera instancia seres humanos”. Con esa actitud, Adichie le da una nueva perspectiva al candidato. En los ojos de la versión ficticia de Melania, quien lo ha visto desnudo literal y figurativamente, se puede resumir con una frase: “lo único que no podía soportar era que lo ignoraran”.