Intentar escribir una ficción sobre México puede ser un acto atractivo, porque todo lo necesario para el drama y la tragedia están ahí, a la mano, en cada lugar de su territorio. También puede ser un acto “suicida”: la poliformidad de ese país vasto, extraño y exótico puede acercar a sus autores a la locura. En la historia de la literatura, muchas de la novelas sobre México han sido escritas por extranjeros, escritores absorbidos y escupidos por la magnitud de su belleza que hicieron especímenes potentes, producto de la mutación, la observación y el contacto con la riqueza inabarcable de ese país. Ahí están Los detectives salvajes de Roberto Bolaño, Bajo el volcán de Malcolm Lowry, Todos los hermosos caballos de Cormac McCarthy, la alucinante Mantra de Rodrigo Fresán y la violenta El poder del perro de Don Wislow. Con aciertos y desde su espacio, cada una intentó ser la gran novela mexicana.En cómic, y producto de la influencia de la iconografía azteca, la obra de Jean Giraud (Moebius) está pasada por la fuerza gráfica de su arte. Parece que la obra de Moebius sucediera en otros planetas, lejanos y herméticos que, vistos de cerca, podrían ser algún lugar de México o una parte de las ruinas de un México plegado y desviado en varias dimensiones. Esta exploración ha permanecido en obras como La perdida, de Jessica Abel, un cómic publicado en el 2006 por la editorial Astiberri, que también reflexiona sobre el país a través de una joven norteamericana que, siguiendo las huellas de sus raíces paternas, se fuga hacia México.Le puede interesar: ‘Magritte visto por...‘: seis historietistas exploran al surrealista belgaPero, junto a ¡Viva la vida!, de Baudoin y Troubs -que retrata, en blanco y negro, el horror de los asesinatos diarios de Ciudad Juárez-, la gran novela gráfica mexicana es Ruinas, de Peter Kuper (Summit, Nueva Jersey, 1957). Allí, Kuper expande el trabajo logrado en su celebrado Diario de Oaxaca donde hizo una crónica de la confrontación violenta entre los maestros y el entonces gobernador Ulises Ruiz, quien ordenó un ataque policial a los maestros en huelga. Para este diario, que luego replicaría en otro con Nueva York de fondo, Kuper hizo de sus cuadernos un testimonio gráfico sobre la ciudad que se vio afectada por los estallidos de violencia que provocaron el asesinato maestros y del periodista estadounidense Brad Will. Todo esto inspirado en eventos que sucedieron en su estancia entre 2006 y 2008.
Con Ruinas, el historietista estadounidense logra hacer un trabajo ambicioso en el que se pueden ver marcas de sus otros trabajos como The System y algunos de los ejercicios gráficos para World War 3 Ilustrated cruzando, en este caso, las fronteras, usando el periplo de la mariposa monarca y el valioso acto de migración de esta como motor narrativo. Ruinas es un portentoso desfile gráfico e histórico, un viaje hacia el pasado que hace una pareja que se desmorona mientras sucede el retorno a México. Entre líneas, y como si fuera un apartado histórico, mientras la mariposa hace su viaje aparecen los migrantes que intentan pasar el muro. Las plagas, Monsanto y otras pestes circulan entre páginas; también el tráfico de drogas y la violencia que produce la guerra en su contra. Todo hecho con base en un grafismo diverso, producto del estilo Kuper, que mezcla lo real y lo surreal para pintar un retrato inolvidable de la vida entre los ríos Bravo y Suchiate.En este libro, Kuper hace uso de diversas técnicas y recursos, mezclando materiales como el lápiz, la acuarela sobre papel, plumines y tintas para retratar su fascinación por “la perla de México”, por sus formas y colores, por los insectos, la diversidad y la plasticidad de la arquitectura de esta ciudad que, como él escribió, es “una ciudad que ha sobrevivido y ha florecido a pesar de la presencia de conquistadores tanto en el pasado como en el presente” y así lo demuestra a través de notas, bocetos, fotografías y piezas de collage que conforman esta obra hecha a partir de los fragmentos que le dan vida a Ruinas, para hacer de este viaje y la conexión de varios mundos un lenguaje gráfico que le rinde un homenaje a Oaxaca y, por supuesto, a México.Le puede interesar: La viñeta como poema: ‘Sr. Esperanza‘, un cómic de Tommi Musturi
RuinasPeter KuperSexto Piso2016324 páginas