Sin dar mayores declaraciones a los medios de comunicación, la actriz Lina Luna -esposa del hacker Andrés Sepúlveda- abandonó las instalaciones del búnker de la Fiscalía luego de rendir un interrogatorio que se prolongó por cinco horas. Lina se marchó de la Fiscalía con una sonrisa, por la salida destinada para funcionarios y luego de reclamar el documento que entregó a su ingreso. Posterior a ello, junto con su abogado tomó un taxi. No cumplió con su promesa de dar declaraciones a la salida. El único que soltó una frase fue su abogado Ulises Durán. "Lo único puedo decir como defensor de Lina Luna, es que cumplimos con la diligencia de interrogatorio y la misma está bajo reserva", dijo. La actriz fue citada a la Fiscalía para que diera explicaciones sobre qué conoce de las presuntas actuaciones ilegales de su esposo, además del origen de documentos, archivos y equipos encontrados durante el allanamiento que el CTI hizo a su apartamento, los cuales -al parecer- eran usados para realizar interceptaciones. El ente investigador también habría interrogado a Rodríguez sobre cuál era el papel que su esposo cumplía en la campaña del candidatos presidencial Óscar Iván Zuluaga y las presuntas infiltraciones al proceso de paz. Lina en entrevista concedida a Cablenoticias esta semana defendió a su esposo y declaró que él no es responsable de las interceptaciones por las que fue capturado, pues su función era manejar las redes sociales del candidato Zuluaga. Así mismo, aseguró que Sepúlveda también trabajó en la campaña en el 2010 de Juan Manuel Santos. Ella también ha insistido que el hacker español Rafael Revert era un infiltrado en la oficina de su esposo. Por ahora la Fiscalía se tomará unos días para analizar el interrogatorio y posteriormente entrará a resolverle la situación jurídica. Si hay mérito será llamada a imputación de cargos, de lo contrario la indagación en su contra habrá terminado. ¿Óscar Iván Zuluaga víctima? Entretanto, mientras el abogado Jaime Granados, defensor de Óscar Iván Zuluaga, informó que radicó ante el despacho del vicefiscal general, Jorge Fernando Perdomo, un memorial donde se acreditó el candidato presidencial como víctima de la supuesta infiltración que sufrió su campaña. “El señor Rafael Revert infiltro la campaña del doctor Óscar Iván Zuluaga grabándolo ilícitamente, sin su consentimiento, en un escenario donde existía una expectativa razonable de intimidad”, señaló Granados en un comunicado de prensa. El abogado insistió que el video publicado por Semana.com fue utilizado por los contradictores políticos de Zuluaga para desprestigiarlo, dice que fue el Partido de la U el que lo usó para un comercial. "Es una grabación alterada, incompleta (...) por lo menos cinco alteraciones fueron notadas en la información de audio y/o audio grabado (...)", señaló el escrito, al tiempo que aseguró que el video fue realizado de manera ilegal y filtrado con la intención de hacer daño. Otro de los puntos del comunicado asegura que expertos comprobaron que la información publicada en el sitio Web dialogosavoces.com no era reservada, ni ilegal y que por el contrario, toda había sido publicada previamente en Internet. Según Granados "se puede concluir que la Fiscalía General fue maliciosamente instrumentalizada por Rafael Revert para realizar un allanamiento en las oficinas de Andrés Sepúlveda, con un fundamento que no corresponder a la realidad". El abogado le solicitó al ente investigador que le entregue copia de los elementos recolectados en el proceso "lo cual tiene derecho la víctima para seguir realizando los peritajes tendientes a determinar quién fue el responsable de esa infiltración y manipulación ilegal realizada para afectar la imagen de Zuluaga en una contienda electoral por la presidencia". Más protección al hacker De otra parte el fiscal general de la Nación, Eduardo Montealegre, solicitó al Inpec medidas especiales de protección y de seguridad para Sepúlveda, por considerar que es una persona que cuenta con un alto riesgo. En una carta enviada al director de la entidad, general Saúl Torres Mojica, el fiscal le sugirió que considere la posibilidad de que el hacker esté un pabellón especial no corra riesgo alguno. Sepúlveda actualmente se encuentra recluido en el pabellón de máxima seguridad de la cárcel La Picota. Él afronta un proceso por los delitos de concierto para delinquir agravado, acceso abusivo a un sistema informático agravado, uso de software malicioso, violación de información personal y espionaje, por -presuntamente- haber interceptado las comunicaciones de los delegados de los diálogos de paz en La Habana.