Así terminó este viernes la revisión a la Convención de Otawa. Durante una semana, delegados de 156 países hablaron intensamente de minas antipersonal. Mientras Estados Unidos (que no integra la Convención de Ottawa que prohíbe el uso de estos artefactos, pero que asistió por primera vez a una reunión oficial sobre el mismo) se comprometió a revisar sus políticas sobre el tema, otros cuatro países como Albania, Grecia, Ruanda y Zambia se declararon libres de minas. El sólo hecho de que Colombia haya logrado convocar a tantas naciones para hablar sobre el tema y que más de 120 países hayan firmado el Plan de Acción de Cartagena que busca hacer cumplir a lo largo de cinco años, la asistencia a víctimas, el desminado, la destrucción de arsenales y la cooperación internacional, es positivo sobre todo para las personas que han sido heridas por esta arma peligrosa y esperan a que los efectos sean verdaderos. Todo esto sin contar que Australia entregará a Colombia una partida de 100 millones de dólares para erradicar las minas durante los próximos cinco años.“Nosotros, como sociedad civil, nos comprometemos a seguir activos para garantizar que todas las declaraciones de apoyo a este plan se conviertan en acciones significativas”, aseguró Steve Goose, jefe de la delegación de la Campaña Internacional para la Prohibición de Minas Antipersonal. Los vecinos La “Cumbre de Cartagena para un mundo libe de minas antipersonal”, que comenzó el pasado domingo y se clausuró este viernes, también sirvió para afianzar las relaciones entre Colombia y Ecuador que fueron rotas en marzo del año pasado, pero que comenzaron a restablecerse hace unas semanas con los diferentes encuentros de la Combifron. Contrario a la creciente tensión entre Colombia y Venezuela (que ayer tuvo nuevos episodios con la captura de un soldado colombiano y la voladura de otro puente peatonal), lo que está sucediendo con Ecuador es más esperanzador. “Las diferencias, ya se han superado y la hoja de ruta se está cumpliendo metódicamente”, dijo Lenín Moreno Garcés, vicepresidente de Ecuador tras un encuentro con su colega colombiano, Francisco Santos. Incluso, criticó duramente a los grupos ilegales que, como las Farc, utilizan minas antipersonal. “Ecuador rechaza cualquier forma de violencia. No está bien que un grupo que se denomina revolucionario utilice un arma como esta”, agregó. Sobre las coordenadas de campamentos de las Farc que el gobierno colombiano le entregó al ecuatoriano, y que este último no halló en su territorio según el ministro de Seguridad, Miguel Carvajal, dijo: “Sabemos que las Farc se desplazan constantemente y es un recurso para hacer su guerra. Ecuador ha luchado muchísimo para no sigan ocurriendo cosas con los grupos ilegales en mi país”.