Las tasas de prevalencia de la depresión han aumentado constantemente durante el último siglo, pero con mucha frecuencia,  aquellos que se beneficiarían del tratamiento no lo reciben debido en buena medida a falta de conocimiento sobre la enfermedad. Más del 40 por ciento de las personas creen que la depresión es el resultado de la falta de fuerza de voluntad, de la incapacidad de dominar los pensamientos, mantener bajo control las emociones y no esforzarse lo suficiente. Un estudio publicado en The Journal of Neuroscience mostró que mientras más se intenta reprimir las emociones negativas, más se activa el centro de miedo del cerebro, la amígdala, y esta lanza más mensajes negativos. Mientras más se intenta reprimir las emociones negativas, más se activa el centro de miedo del cerebro. Además de la tristeza, la depresión también puede tener manifestaciones físicas. Por ejemplo, las personas con depresión pueden sufrir trastornos del sueño y del apetito, falta de energía, letargo, dificultad para concentrarse, mala memoria o deseo sexual disminuido. A menudo, estos síntomas se atribuyen erróneamente a enfermedades físicas y la persona no es diagnosticada y, por lo tanto, no tratada durante años, y eso puede ser muy frustrante. Las personas que sufren este trastorno pueden terminar de médico a médico antes de obtener la ayuda adecuada que necesitan. Y el tratamiento es importante porque la depresión no es una condición a partir de la cual la persona puede salir fácilmente. Es un trastorno extremadamente complejo, que combina componentes fisiológicos, psicológicos y sociales. Su causa no es tan simple como los desequilibrios de los neurotransmisores, los mensajeros químicos en el cerebro que unen las uniones sinápticas. Lea también: Aprueban el único medicamento contra la depresión posparto  Con frecuencia la depresión se confunde con la tristeza. La primera es un problema o trastorno mental. La segunda es una respuesta natural a la desgracia. Las personas que se deprimen a causa de experiencias desafortunadas suelen tener tanto una predisposición genética como historia de eventos de la vida muy traumáticos. Muchas de las personas que sufren de depresión sienten una tristeza abrumadora, pero también las hay que no sienten ninguna emoción específica. Una mejor descripción sería un sentimiento de vacío y apatía.

Los hombres manifiestan la depresión de manera diferente, lo que hace que la depresión masculina se diagnostique menos. Si bien las mujeres experimentan depresión dos veces más frecuente que los hombres, son muchos los factores que contribuyen a la depresión en ellas, tales como las fluctuaciones hormonales, especialmente en la edad fértil y las tensiones sociales, incluidos los aspectos de género. Los hombres a menudo expresan la depresión de manera diferente a las mujeres, lo que hace que la depresión entre los hombres sea más fácil de pasar por alto para la familia, los amigos, los compañeros y la comunidad. Además, temerosos de parecer menos masculinos, fuertes y estables, los hombres a menudo se sienten menos capaces de hablar y recibir la ayuda que necesitan. Parte del problema es que los síntomas utilizados para diagnosticar la depresión en los hombres son los mismos que en las mujeres, pero los hombres manifiestan la depresión de manera diferente, lo que hace que la depresión masculina se diagnostique menos. Por ejemplo, los hombres tienden a estar más irritados y enojados, en lugar de tristes, por lo que tienen mayor riesgo a asumir conductas de riesgo y a consumir alcohol y otras sustancias psicoactivas. También los hombres a menudo se quejan de más síntomas físicos que las mujeres, como dolor en la espalda, en el pecho, en la cabeza y malestares digestivos. Le podría interesar: “La depresión será la mayor causa de discapacidad”  La depresión es diferente a enfermedades físicas crónicas, ya que no podemos hacer su diagnóstico con pruebas de laboratorio. Sin embargo, es un problema de salud totalmente legítimo que no debe confundirse con mera tristeza o angustia situacional. Hay muchos beneficios en una buena alimentación. Sin embargo, esta no es suficiente factor protector de la depresión. Un artículo publicado en el American Journal of Clinical Nutrition muestra que una dieta compuesta principalmente de frutas, verduras, pescado y granos integrales se asocia significativamente con un menor riesgo de depresión. Sin embargo, decir que la buena nutrición es todo lo que necesita para evitar la depresión no es cierto. Cualquier persona que muestre signos de depresión debe consultar a un profesional de la salud mental Los antidepresivos son un tratamiento común formulado por los médicos según lo consideren adecuado, pero no son la única opción. De hecho, muchos profesionales consideran que la medicación y la psicoterapia son la forma más efectiva de ayudar a una persona que sufre de depresión. Aquellos que optan por medicamentos generalmente no experimentarán sus beneficios durante al menos dos a 4 semanas. Muchas personas también tienen que probar varios métodos diferentes antes de encontrar el que más les convenga. En contexto: El conmovedor relato de una escritora sobre la depresión  La mayoría de las personas que toman medicamentos antidepresivos bajo supervisión médica cuidadosa no terminan sintiéndose anestesiados emocionalmente o incapaces de experimentar los altibajos normales de la vida. Ahora, no todas se benefician de los antidepresivos. Según algunas investigaciones, casi el 40% de las personas formuladas con antidepresivos no experimentan beneficios. Algunas personas responden mejor a la psicoterapia o una combinación de medicamentos y terapia. Si bien una predisposición genética a la depresión puede aumentar la probabilidad de que una persona desarrolle el trastorno, ese riesgo es relativamente pequeño: solo del 10 al 15 por ciento. Las personas con antecedentes familiares de depresión pueden ser más conscientes de ciertos síntomas, pero cualquier persona que muestre signos de depresión debe consultar a un profesional de la salud mental. ESPECIAL SEMANA | La amistad hoy: Redes sociales, individualismo y soledad * Grupo de Investigación Nuevas Perspectivas en Salud Mental UCMC