Evaluamos fragancia, aroma, cuerpo, acidez y dulzor. Como amantes de los cafés especiales, donde hay un verdadero cuidado de los granos y de todo su proceso, esta tarea nos resultó muy difícil. *

1. Águila Roja

Precio: $14.810 100% Café de Colombia (fue el único que certificaba el origen de sus granos)

Fue el café con más cuerpo. En nariz tenía notas de tabaco, aroma dulce pero la mismo tiempo ahumado. Sin embargo, en boca, las notas predominantes eran amargas. Dentro de la oferta de este tipo de cafés, este fue el ganador.

2. Sello Rojo

Precio: $8.320 El fabricante garantiza que este producto es 100% puro café (no especifica el origen, con lo cual no sabemos si es 100% colombiano)

Tenía ligeras notas de chocolate en nariz pero al mismo tiempo de fermento lo que nos remitía también a notas de humedad y tierra. Fue el de mayor acidez, tenía un dulce bajo y muy poco cuerpo. En boca presenciamos amargura.

3. Lukafe

Precio: $8.960 100% hecho en Colombia (OJO, no es lo mismo que 100% café colombiano)

En nariz había notas de reposo y de humedad. En boca había evocaciones lejanas a dulce pero preponderaba lo amargo.

4. OMA

Precio: $8.350 El fabricante garantiza que este producto es 100% puro café (no especifica el origen, con lo cual no sabemos si es 100% colombiano)

Tenía notas verdes, de humedad y moho. Poca acidez, poco cuerpo y algo de dulce. En boca era amargo y ahumado.

5. La Bastilla

Precio: $7.870 Café 100% Arábico (no especifica su origen, con lo cual no sabemos si es 100% colombiano)

Este fue el que menos puntos obtuvo con una gran diferencia comparándolo con todos los demás. En nariz olía a defecto, a humedad y en boca persistía la sensación de quemado. Muy amargo en sabor y una sensación de humo en boca que resultaba incómoda.

NOTA

Somos conscientes de que los precios de los cafés especiales no son para todo el mundo, pero también somos conscientes que una vez se prueba un café especial (donde hay especial cuidado del grano y de todo el proceso) es muy complicado devolverse a los cafés masivos porque la diferencia es muy notoria. La cultura cafetera del consumidor colombiano en general es muy pobre. Entendemos por qué la gente le agrega azúcar y por qué la concentración del café es muy poca en relación al agua. Esto sucede porque todos los cafés probados en esta cata presentan unos perfiles parecidos donde la tostión suele ser fuerte y las notas en boca son amargas. Además, hay poco de todo: balance, cuerpo, dulce y acidez que son características que hacen que la bebida sea agradable e interesante.

*Nuestras catas no están influenciadas por ninguna de las anteriores marcas mencionadas.