*Este es un contenido periodístico de la Alianza Grupo Río Bogotá: un proyecto social y ambiental de la Fundación Coca-Cola, el Banco de Bogotá del Grupo Aval, el consorcio PTAR Salitre y la Fundación SEMANA para posicionar en la agenda nacional la importancia y potencial de la cuenca del río Bogotá y  sensibilizar a los ciudadanos en torno a la recuperación y cuidado del río más importante de la sabana. Los oasis que se encuentran en medio de la ciudad son tesoros que poco a poco han sido descubiertos por sus habitantes, quines se acercan cada vez más a estos ecosistemas para conocer su diversidad biológica. Por los humedales no solo desfilan plumas y alas, sino una gran variedad de mamíferos, peces, insectos, crustáceos, ciempiés y otras especies. De acuerdo con los registros de la Fundación Humedales Bogotá, en estos cuerpos de agua habitan 208 especies de aves y más de 10 de mamíferos. Le recomendamos: Fundación Humedales Bogotá: una década protegiendo los pulmones de la capital Ahora, equipados con cámaras fotográficas, los amantes de la naturaleza pueden capturar toda esta riqueza gracias a la iniciativa “A vuelo de pájaro”.

Los talleres son realizados en un recorrido de dos horas y media por el humedal, que inicia a las seis de la mañana. Foto: EAAB. Este proyecto de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB), tiene como objetivo acercar a las personas a estos ecosistemas para crear conciencia de su importancia y de la importancia de protegerlos. La idea es que con sus fotografías recopilen su experiencia coexistiendo con la fauna y la flora. La actividad se desarrolla en el humedal Jaboque, uno de los 15 reconocidos por el Distrito, que está ubicado en la localidad de Engativá. Este hace parte de la cuenca del río Salitre y tiene una extensión de 148 hectáreas.

Los interesados en hacer parte de esta iniciativa, participan previamente en un taller de fotografía. Foto: EAAB. De acuerdo con Cristina Arango, gerente de la entidad, “esta iniciativa brinda una experiencia única a los ciudadanos para que a través de la fotografía capten la riqueza de los humedales y cuenten sus experiencias. Queremos que se involucren, se acerquen a estos ecosistemas, se apropien de ellos y contribuyan en sus cuidados”. Los interesados en hacer parte de esta iniciativa participan previamente en un taller de fotografía en el que aprenden técnicas fotográficas enfocadas en la narración de historias a través del lente de sus teléfonos móviles. Luego de esta preparación, asisten a una práctica vivencial en el cuerpo de agua de Engativá. Le sugerimos: Así será el libro para ponerle color a las aves bogotanas Posteriormente, realizan los talleres en un recorrido de dos horas y media por el humedal. Este empieza a las seis de la mañana con el fin de capturar la salida del sol sobre el horizonte y retratar a los alados que empiezan a elevar sus alas a medida que los rayos de luz empiezan a alumbrar cada rincón. De acuerdo con la estatal, además de las clases de fotografía, los profesionales guían a los participantes y les explican la situación en la que se encuentra el humedal, así como las especies que allí habitan como los patos canadienses, la monjitas bogotana, la ibis de cara roja, la tingua de pico rojo y de pico amarillo, chorlitos playeros y alcaravanes.

En la imagen una tingua de pico amarillo, una de las especies que se puede ver en este cuerpo de agua. Foto: Jorge Escobar / Fundación Humedales Bogotá.