El estudio de la universidad Federico II en Napoles determinó que los 40 primeros días de confinamiento representaron un cambio en los hábitos de todos los trabajadores del mundo. Según el análisis, más de la mitad de las personas que trasladaron sus trabajos de la oficina a las casas sintieron un cambio en sus periodos de sueño, disminuyendo en gran medida las horas que venían durmiendo diariamente antes de la pandemia. De hecho, se estima que esta reducción pudo ser hasta del 30% en horas de sueño. Lea también: Cinco herramientas para llevar el bienestar laboral a las casas El análisis determinó que los llamados trabajadores ‘smart’, es decir, aquellos que se adaptaron más rápidamente a las nuevas dinámicas laborales, fueron los más afectados con los cambios de horarios y los periodos de insomnio. La necesidad por mantener las metas de las empresas los hizo sentir más responsables y, por ende, los obligó a usar más tiempo de su descanso para conseguir los objetivos propuestos. Además, la ansiedad y la preocupación por el futuro hicieron que los periodos de sueño de los trabajadores disminuyeran, lo que puede tener efectos en la productividad por manifestaciones de estrés y agotamiento. Otro hallazgo importante del estudio es que, si bien en el mundo se habla de que las mujeres sienten una doble carga en casa por las labores de trabajo no remunerado, el análisis encontró que son los hombres los que menos horas de sueño tienen al día. También le puede interesar: Las sorprendentes ventajas de la ansiedad y las preocupaciones Además de la falta de sueño, el estudio encontró que las personas que se encuentran en confinamiento subieron de peso de manera abrupta. En Italia, por ejemplo, las personas aumentaron aproximadamente 2,5 kilos en solo un mes de cuarentena. El aumento de peso también podría estar relacionado con la falta de sueño, pues en los periodos de insomnio las personas tienden a comer para saciar estados de ansiedad, lo que impulsa el aumento de masa corporal. Otros aspectos también tienen que ver con comer todo tipo de productos no saludables. En el análisis se encontró que la tendencia a consumir alimentos chatarra aumentó en medio de la pandemia. Lea también: Agotamiento laboral: un enemigo silencioso de la productividad