María Isabel Urrutia pasará a la historia del deporte como la primera colombiana en conseguir una medalla de oro en unos juegos Olímpicos. A sus 36 años, la medallista realizaba un trabajo como oficinista en las Empresas Públicas de Cali. Sin embargo, hace 18 años, ‘La Negra de Oro‘ llegaba a los juegos Olímpicos de Sídney 2000, como una de las cartas favoritas de la delegación del país para firmar la primera presea dorada. Un trabajo que además de esfuerzo y su sacrificio, la llevó a perder 25 kilos, para poder competir en la categoría de los 76 kg. En su primer levantamiento, María Isabel logró una ventaja de 5 y 7 kilos sobre sus rivales más acérrimas; esa distancia la llevó a olvidarse de sus problemas de espalda y de rodilla que la venían aquejando meses atrás, y a enfocarse en el objetivo que tenía planteado desde que era una niña: una medalla de oro. Casi dos décadas después, Urrutia se bautiza como “la mama del olimpismo en Colombia”, puesto que su participación en Sídney sirvió como un embrión anímico para el deporte colombiano, y los éxitos deportivos en las últimas justas olímpicas. Ahora María Isabel está dedicada a entrenar a nuestros futuros pesistas, los cuales sueñan con también regalarle una medalla de oro al país, como la de su entrenadora.