El sector edificador no tuvo un buen 2017. Y en este comienzo sigue la inercia, marcada por la lentitud con la que se mueven las ventas. Este panorama ha puesto con los pelos de punta a la mayoría de empresarios del sector, que temen que el ajuste entre la oferta y la demanda efectiva pueda demorarse más.Pero como cada quien habla según como le va en el baile, la constructora bumanguesa Marval no tiene de qué quejarse. El año pasado registró un aumento de 15 por ciento en sus ventas comerciales, que llegaron a 1,15 billones de pesos. Rafael Marín Valencia, presidente de la compañía, explica que se concentraron en proyectos de vivienda económica, y esto les permitió salvar el año.Le sugerimos: De cemento armadoOtras decisiones estratégicas como enfocarse en regiones y segmentos dinámicos le hicieron posible alcanzar ese crecimiento. Es el caso de los proyectos desarrollados en Bogotá y Barranquilla, donde las ventas de Marval crecieron cerca del 20 por ciento. ¿Cómo lo hacen? La filosofía de la compañía, según Marín, es construir desarrollos que agreguen valor. Por eso sus proyectos no solo incluyen vivienda, también centros comerciales y empresariales que atraen nuevas compañías y generan más trabajo formal, impuestos y oportunidades.Le puede interesar: La fortaleza de la bancaTambién promueven ciudades amigables para los diferentes estratos, con infraestructura que facilite el disfrute familiar, natural y recreativo, por eso una de las principales apuestas de la constructora tiene que ver con la innovación y la sostenibilidad.Este año Marval mantendrá su propuesta de intensificar su presencia en ciudades clave, apropiando recursos para invertir en su banco de tierras a fin de construir 20.000 viviendas de interés social, urbanizar algunos terrenos para futuros desarrollos, fortalecer la infraestructura tecnológica y capacitar al personal en nuevas tecnologías y aplicaciones. Además participarán en alianzas público-privadas para construir oficinas del Estado, hospitales y cárceles.Le sugerimos: Jugada colectivaLa compañía opera en Bucaramanga, donde nació hace 41 años, en Bogotá y sus alrededores, la zona norte de Barranquilla, Cartagena, Santa Marta y en Cali. Para Marín, buena parte de los resultados se derivan de temas clave como tener visión de largo plazo, mantener el compromiso con la región donde trabajan, pensar en los clientes, mejorar de forma continua, adaptarse a las costumbres y arraigos de cada región, tener una efectiva comunicación con su mercado e innovar.Mientras el ciclo de la construcción vuelve a subir y las ventas retoman la dinámica, los directivos de Marval no se quedan quietos. De la mano de su experiencia y con proyectos innovadores, esperan otro buen año.n