La semana pasada,  el novelista y filósofo español Fernando Savater lanzó su más reciente libro ‘La peor parte: Memorias de amor”, un texto que hace homenaje a Sara Torres Marrero, su pareja por más de 30 años.  En 2015 cuando falleció víctima de un tumor cerebral, el escritor quedó devastado. Incluso afirmó que no volvería a escribir pues “escribía solo para ella”. Cuatro años después de su pérdida, el español reúne los recuerdos más íntimos de su relación con Sara, una mujer que describe como valiente y con un olfato intelectual poco común.

En una entrevista reciente para promocionar su libro con el diario El Español, el autor describe a profundidad lo que significó para su vida y por qué, más que ser el gran amor de su vida, es un amor doloroso e imprescindible que hasta lo ha hecho pensar en quitarse la vida.  “Ella era el motivo, el apoyo que tenía en el mundo, y ahora todo me parece dificilísimo. ¡Coger un taxi…! Me parece que me hubiera llevado la vida”, dice. Y agrega que, en últimas, es verdad que "el amor te convierte en otro, por eso, cuando ves que la persona amada se muere, no es que digas “se está muriendo”, es que dices “me estoy muriendo yo”. Mueres con ella, en parte. Compartes la muerte con alguien”.Savater también reflexiona sobre la diferencia entre el sexo y el amor, y por qué la fidelidad es una suerte de superstición, un capricho que al final cada quien decide hacer obligatorio o no. “Es algo triste la fidelidad. Es como decir “no voy a volver a tomar huevos fritos en mi vida”, ¡oye, pues toma huevos fritos, no pasa nada, pero para qué ponerte barreras…! No tiene ningún sentido".

Para el español, lo que está mal es utilizar esas relaciones personales para castigar o humillar al otro. “Eso no está bien. Hay gente que lo que hace es utilizar otras relaciones para vengarse de la persona con la que está, y eso es terrible, y es insano”. Lo malo ahí, dice, no es la infidelidad, sino la humillación pretendida. En ese orden dice que si el amor se redujera al sexo sería estúpido y  facilísimo”. Para él, el amor es “algo que conoces cuando te está pasando pero no es fácil explicárselo al vecino”. En cambio el sexo es decorativo. "No te saca del agujero. No te justifica la vida”. Savater también confiesa que Sara siempre supo de sus infidelidades pero nunca les prestó importancia. “Sabía que la amaba solo a ella. Me conocía lo suficiente para saber que a ella yo le tenía un amor que no tenía mucho que ver con que me gustara…” .  Se sabe que Savater siempre fue un hombre con poco pudor, sin miedo a experimentar su sexualidad con hombres y mujeres. Sin embargo, para él todo eso también murió con Sara. “Desde que no la tengo a ella, ya no tengo ni el revulsivo de irme con ninguna. Me gustan las mujeres, siempre me han gustado, y los chicos. Pero no, ya no… me ha vaciado las fuerzas”.   Por ahora, Savater ha dicho que ‘La peor parte: Memorias de amor, es su última obra. Aquella con la que pretende que todo el mundo conozca a ese ser maravilloso e imprescindible que fue Sara.  Lea aquí la entrevista completa