Con las uñas, el Instituto de Medicina Legal iniciará uno de los proyectos más ambiciosos de investigación en Colombia, dirigido a la ubicación de miles de desaparecidos en el conflicto armado en todas las regiones en los últimos 50 años. El proyecto está planteado literalmente para escarbar en todos los cementerios del territorio nacional en busca de los cuerpos que habrían sido enterrados por los actores del conflicto, lograr su plena identificación y entregárselos a sus familiares en tiempo casi récord. Todo parte de una metodología creada por el director de la entidad, Carlos Valdés, que reveló a Semana.com que le pueden garantizar a la mesa de negociación de paz en La Habana que el trabajo científico permitirá identificar a los desaparecidos y llegar a la verdad. “El Instituto está en condición de garantizar a la mesa de negociación la identificación,la  causa de muerte, los mecanismos que llevaron a ella y la manera de muerte. Con la posibilidad científica de recuperar elementos probatorios que puedan señalar responsabilidades y así contribuir a la verdad, no repetición y justicia”, dijo Valdés en exclusiva a este portal. Esta estrategia, que no contó con el apoyo de ningún asesor externo ni requirió de presupuesto extra, fue llamada ‘plan cementerio’, y se planteó en tres fases. La primera consiste en la intervención de los cementerios. Pero en ese proceso los forenses de Medicina legal se encontraron con una gran sorpresa. Según Valdés, las alcaldías y las curias que tienen a cargo esos campos santos no tienen conocimiento de cuantos cadáveres sin identificar tienen. “Es un desgreño total con los cuerpos sin identificar. Es claro que esto no les genera ingresos, por eso el descuido”, dijo Valdés. Se trata de una declaración muy fuerte contra esas instituciones. Debido a esto, los forenses crearon la historia de cada cementerio del país, con la base de datos de los cuerpos no identificados. Todo esto dará paso a la segunda fase: en esta se realizarán la recuperación y el análisis de los restos que podrían terminar en la identificación plena del cuerpo para ser entregado a los familiares. Aun así, cabe la posibilidad de que los restos sean identificados pero no se encuentren a sus allegados, e incluso, algunos no se podrán identificar. La última fase, que es la que abre la puerta al pos-conflicto, consiste en realizar la entrega digna de los cadáveres identificados. Los que no se puedan entregar tendrán una custodia por parte de Medicina Legal. Para ello serán implementados repositorios que preservarán los huesos. Semana.com pudo establecer que este plan ya se realizó en el cementerio de Bocas de Satinga (Nariño), así como en Villavicencio, lugares donde fueron identificados varios cadáveres. La siguiente fase se implementará en pocos días en la Macarena (Meta), Cimitarra (Santander) y Florencia (Caquetá). Valdés afirma que la metodología ya está validada y cumple los parámetros internacionales. Este resultado es necesario si se tiene en cuenta que, según las estadísticas de la Fiscalía, hay más de 50.000 desaparecidos. "Se han revisado 22.000 huellas dactilares de cadáveres no identificados que han pasado por medicina legal entre 1970 y el 2010. De ellos, se han podido identificar 9.000", dijo el funcionario. En su momento las FARC propusieron al Gobierno sellar un pacto para la búsqueda de desaparecidos en el conflicto armado interno. “Creemos que la Mesa de conversaciones debe pactar ya compromisos de desescalamiento que incluyan la búsqueda de las personas dadas por desaparecidas”, señaló en su momento el jefe negociador de las FARC, Iván Márquez. Este es sin duda otro paso importante en el camino a la paz, después del anuncio de acuerdo de justicia firmado en La Habana. Esto permitirá que los miles de víctimas que ha dejado el conflicto puedan encontrar a sus seres queridos.