Frailejones, pajonales, gramíneas y puyas son algunas de las especies de vegetación nativa que han sido consumidas por el fuego en el Páramo del Almorzadero, en Santander.  Un voraz incendio, que se registra desde la mañana del martes, ha consumido cerca de 100 hectáreas de este ecosistema estratégico situado entre los departamentos de Santander y Norte de Santander.  Le sugerimos: Más de 300 frailejones fueron aplastados en un páramo de Boyacá La conflagración compromete territorio de los municipios de San Andrés (vereda de San Pablo), El Cerrito, Guaca y Concepción, en el sector conocido como Laguna Verde. Ramiro Reátiga Alvarado, alcalde de Guaca, sostuvo que las llamas avanzaban hacia las lagunas Sisota y Arco, y que los vientos y las altas temperaturas han sido los principales impedimentos para controlar el incendio que ya completa más de 20 horas. José Rojas, alcalde de San Andrés, aseguró, a su turno, que ayer (martes) se trabajó hasta las 6:00 de la tarde y no se pudo continuar debido a las difíciles las condiciones del terreno.

En la madrugada de este miércoles la Defensa Civil, los cuerpos de bomberos de varios municipios, la Policía y los habitantes de poblaciones como San Andrés, Guaca y El Cerrito retomaron los trabajos de extinición del fuego.Según las autoridades locales, las llamas amenazaban con llegar a una zona de bosques de robles, razón por la cual fue solicitado el apoyo helicoportado para poder contrarrestar el fuego a través de bambi bucket.  

El granizo que cayó ayer sobre parte del área afectada contribuyó un poco para mitigar el incendio. Aún se desconoce qué pudo haber provocado la conflagración, sin embargo, desde la dirección departamental de Gestión de Riesgo de Desastres de Santander se informó que una vez finalice la emergencia, se adelantarán las investigaciones de rigor.  Le puede interesar: Las extrañas plagas en los frailejones que tienen preocupados a los científicos colombianos Los frailejones crecen tan solo un centímetro por año, alcanzando una altura máxima de 15 metros. Son importantes porque capturan el agua de las nubes y la neblina, la retienen de manera natural y luego la descargan, ayudando a mantener los caudales de ríos y quebradas.