* Este es un contenido periodístico de la Alianza Grupo Río Bogotá: un proyecto social y ambiental de la Fundación Coca-Cola, el Banco de Bogotá del Grupo Aval, el consorcio PTAR Salitre y la Fundación SEMANA para posicionar en la agenda nacional la importancia y potencial de la cuenca del río Bogotá y  sensibilizar a los ciudadanos en torno a la recuperación y cuidado del río más importante de la sabana. El 14 de febrero se celebra el Día de San Valentín en varios países del mundo, fecha dedicada al amor y la amistad. Aunque en el país muchas personas suelen festejar esta festividad el tercer sábado del mes de septiembre, poco a poco se ha popularizado y acogido la celebración que tiene sus orígenes en la Antigua Roma.   

Es por esto que la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB) pidió a los ciudadanos celebrar esta especial fecha demostrando “amor por la ciudad evitando arrojar preservativos, pañitos y copitos por el inodoro”, con el fin de que el sistema de alcantarillado no sufra taponamientos. Le puede interesar: ¿Qué hacer si se encuentra una tingua azul en Bogotá? Según explicó Cristina Arango, gerente de la estatal, cada vez que una persona arroja un preservativo o material higiénico al inodoro, estos pueden “terminar a pocas calles cuando se mezclan con el resto de desechos, taponando las redes del barrio en la Planta de Aguas Residuales Salitre”.  Según la EAAB, los sectores de la ciudad donde más se presentan obstrucciones por preservativos, papel higiénico, toallas higiénicas y hasta pañales son el centro, la Avenida Primera de Mayo, el Siete de Agosto, Las Ferias, la Carrera 15 entre las calles 72 y 100, y áreas aledañas a Kennedy Central y Bosa La Estación. Le recomendamos: Compostaje en casa: ¿Cómo se hace y por qué es tan importante? La empresa explicó que hacer mal uso del alcantarillado podría tener como consecuencia la disminución de la vida útil de los pozos de inspección, de las tuberías y de las estaciones elevadoras que recogen las aguas servidas. Además, exigen a la estatal que los programas de mantenimiento y renovación deban hacerse de forma más acelerada y reiterada. Según informó la compañía, al año se invierten cerca de 30.000 millones de pesos en limpieza de canales, quebradas y estructuras para el drenaje de la ciudad. Puede leer: ¿Por qué es clave para el río Bogotá que la capital tenga nuevo POT? Estos residuos sanitarios, así como las grasas y los escombros, son elementos que tienen un gran impacto en el medioambiente, pues no son biodegradables. Aunque se ha mencionado que el látex sí tiene la capacidad de descomponerse, otros de sus componentes como los estabilizadores y endurecedores no. Además, estos materiales pueden contaminar los cuerpos de agua de la ciudad, como los humedales, así como en los diferentes ríos y quebradas. La situación es preocupante si se tiene en cuenta que, por ejemplo, una toalla higiénica tarda entre 500 y 800 años en degradarse. Le sugerimos: Articulación, un paso clave para lograr la descontaminación del río Bogotá Por esto, la EAAB recomienda que al usar un preservativo, toalla higiénica, papel u otro producto relacionado, estos no sean arrojados al sanitario. Para su correcta disposición, esos residuos deben ser entregados en bolsas bien cerradas a los operadores de aseo en los días y horarios establecidos, en cada barrio, para la recolección de basura. Así mismo, recordó no verter el aceite de cocina usado, grasas o residuos de comida por los sifones.